Miguel D'Escoto Brockmann, presidente del sexagésimo tercer
periodo de sesiones de la Asamblea General de las Naciones Unidas,
afirmó hoy que ya no alcanzan reformas ni remiendos y que la ONU
precisa ser refundada.
En la sede de la Cancillería, donde fue recibido por Marcelino
Medina, ministro en funciones de Relaciones Exteriores de Cuba, el
sacerdote y revolucionario nicaragüense aseguró creer en esa
organización, la más importante para encarar los retos y gravísimos
problemas del mundo, pero sólo potencialmente.
Existe todavía mucha pasividad en Naciones Unidas, cuando lo
cierto es que no hay tiempo que perder y, como decimos en mi país,
debemos ponernos las pilas, para enfrentar desafíos como el cambio
climático, que es, incluso, una amenaza más grande que el
desbarajuste económico y financiero mundial, enfatizó.
Tenemos que estar dispuestos a actuar con generosidad y en grado
heroico, como lo ha hecho ese faro de esperanza para el mundo que es
Cuba, la Cuba de Fidel, nombrado con total justicia y razón héroe
mundial de la solidaridad, expresó D'Escoto.
De la mayor de las Antillas dijo, también, estar encantado de que
la última visita de trabajo antes de concluir su mandato como
presidente del actual periodo de sesiones de la Asamblea General,
sea a esta tierra heroica y solidaria, siempre en defensa de las más
justas causas.
Si acepté la presidencia fue para eso, para defender los derechos
de los desposeídos de la Tierra y considero haber logrado en este
año de trabajo dejar claramente establecido que el G-192, es decir,
la Asamblea General, es el único escenario adecuado para tratar lo
concerniente a la crisis global y otros temas cruciales, puntualizó.
Ahora, dependerá mucho del seguimiento y la firmeza con que se
actúe, añadió Miguel D'Escoto, a quien será entregada esta tarde en
el Memorial José Martí la Orden de la Solidaridad, que otorga el
Consejo de Estado de la República de Cuba.
Su anfitrión y titular en funciones del MINREX, Marcelino Medina,
consideró un honor y una inmensa alegría esta visita, y reconoció el
arduo y permanente trabajo del ex Canciller nicaragüense, al frente
de la Asamblea General y su especial compromiso con los intereses de
los pueblos del Tercer Mundo.