Septiembre es el mes de mayor actividad ciclónica en el área del
Atlántico Norte, el Golfo de México y el mar Caribe, al formarse en
sus treinta días como promedio el 35 % de las tormentas tropicales y
huracanes de una temporada.
Incluso, el momento pico en el surgimiento de estos fenómenos
naturales ocurre alrededor del día 10, y la zona donde suelen nacer
con más frecuencia se localiza en las aguas del Atlántico, entre las
costas de África y el arco de las Antillas menores.
Por lo general describen trayectorias próximas al oeste y el
oestenoroeste, moviéndose en la periferia del Anticiclón. El
desplazarse en ese rumbo hace que si alguno de ellos toca tierra por
un punto del oriente o centro de Cuba, pueda azotar varias
provincias durante su recorrido, como hizo el huracán Georges en
1998.
También es un mes de grandes ciclones tropicales. Baste decir que
en la relación de los cinco huracanes más intensos registrados en
nuestra área geográfica en los últimos 108 años, tres ocurrieron en
septiembre.
Ellos son el Gilbert en 1988, el de los Cayos de la Florida
(1935), y Rita (2005). Si ampliamos la relación aparece Iván, el
cual mantuvo en vilo a los cubanos durante varios días en el 2004.
De los que azotaron de manera directa a nuestro país en el noveno
mes vale recordar los registrados en 1888, 1917, 1933, y más
reciente el Ike, en el 2008.
En los próximos días se cumplen aniversarios cerrados de la
tormenta tropical Frederic (famosa por las intensas lluvias que
ocasionó en las provincias habaneras en septiembre de 1979), y del
tristemente célebre ciclón del Valbanera, conocido con ese nombre
por haber ocasionado el naufragio de ese barco con todos sus
pasajeros y tripulantes, cuando navegaba por el Estrecho de la
Florida, en dirección hacia La Habana, el día 9 de 1919.
Lo más interesante en el actual panorama del tiempo es la
presencia de la tormenta tropical Erika, la quinta de la presente
temporada que anoche estaba muy debilitada en los mares al sudeste
de Puerto Rico.