.— El gobierno de Estados
Unidos debería aceptar que en Honduras hubo un golpe de Estado para
poder activar una ley por la cual se limita el envío de ayuda a
países con regímenes de facto, suscribe hoy un influyente legislador
demócrata.
Las acciones pueden hacer más que las palabras, pero en este
caso, una declaración podría afectar el curso de democracia en el
Hemisferio Occidental, indica el congresista Howard Berman, en una
columna del diario Los Angeles Times.
Berman, presidente de la Comisión de Asuntos Externos de la
cámara baja, califica de moderada la postura asumida por Washington,
a escasas horas de la reunión entre el presidente constitucional
hondureño, Manuel Zelaya, y la secretaria de Estado, Hillary Clinton.
El representante por California sugiere que, si por cualquier
razón el Departamento de Estado no reconoce el Estado de facto en la
nación centroamericana, el Congreso debería analizar otras vías para
afectar el flujo de ayuda.
Zelaya, quien fue sacado a la fuerza de la presidencia el pasado
28 de junio, ha realizado cinco visitas a Washington en busca de
posturas más firmes contra el gobierno golpista encabezado por
Roberto Micheletti.
Honduras realizará elecciones presidenciales y parlamentarias el
próximo 29 de noviembre, y cada día que pasa le proporciona a
Micheletti y sus socios la oportunidad de apretar su agarre
ilegitimo de las riendas del poder, sostiene Berman.
El congresista agrega que mientras el gobierno norteamericano
duda las condiciones en la nación latinoamericana se asemejan más a
las dictatoriales de la década del 80, con un uso desproporcionado
de la fuerza pública, detenciones arbitrarias y limitaciones de
derechos.