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Naciones Unidas responsabilizó hoy a Israel por la profunda crisis
sanitaria y de escasez de agua existente en la Franja de Gaza debido
al cierre de los accesos a esa región implantado desde 2007.
Maxwell Gaylard, coordinador humanitario de la ONU para los
territorios palestinos ocupados, reveló que el 60 por ciento de la
población de Gaza no tiene acceso permanente al líquido vital.
En una declaración difundida aquí, el funcionario reclamó a Tel
Aviv que permita el pleno acceso de materiales y piezas de repuesto
imprescindibles para el restablecimiento de la asistencia sanitaria
y del suministro del agua.
Asimismo, consideró que el colapso en ambos servicios agudiza el
deteriorado nivel de vida de la población de Gaza, marcado ya por la
degradación y destrucción de la infraestructura básica.
Gaylard subrayó que el acceso al agua y la asistencia sanitaria
forman parte del derecho de los seres humanos a un nivel de vida
adecuado.
El experto afirmó que la salud pública y en general el medio
ambiente están en un riesgo creciente en la Franja de Gaza y
advirtió que el contaminación derivada de la crisis en ese
territorio no reconoce fronteras y amenaza a toda la región.