Con la postura unánime de rechazo al acuerdo de bases yankis en
Colombia, concluyó este viernes en la ciudad balneario de San Carlos
de Bariloche, Argentina, la Cumbre Extraordinaria de la Unión de
Naciones Suramericanas (UNASUR).
Más de siete horas de intensos debates dejaron clara la posición
de la región: no al intervencionismo. En una denominada Decisión
final, se instruye a los ministros de Defensa y Relaciones
Exteriores de los países miembros a diseñar una estrategia de
seguridad para garantizar la paz en la región, durante una reunión
del Consejo de Defensa que se celebrará en septiembre próximo.
Durante todo el encuentro los mandatarios expresaron en conjunto
su preocupación ante la amenaza latente que representa la incursión
de tropas extranjeras en el territorio de cualquier país del área,
aunque el presidente Álvaro Uribe defendió el convenio suscrito con
la potencia armamentista bajo el argumento de la lucha contra el
narcotráfico, tratando de "justificar lo injustificable", al decir
del jefe de Estado boliviano, Evo Morales.
Mientras, de forma paralela, organizaciones sociales, políticas y
sindicales celebraban también en Bariloche una "asamblea de los
pueblos latinoamericanos" y marcharon contra del uso de bases
colombianas por parte de tropas estadounidenses.