Cuando en las décadas del cuarenta y cincuenta del pasado siglo
el público disfrutaba, desde las ondas radiales, los episodios de
tres hermanos que enfrentaban las injusticias cometidas contra el
campesinado en la época neocolonial, quizás pocos creyeron ver
nuevamente en acción a Los tres Villalobos, aventuras que
durante 20 años gozaron de un rotundo éxito y que hoy tocan nuestras
pantallas para deleite de tantas generaciones que finalmente
pudieron ponerle rostro al mito y a la imaginación.
La historia del trío Villalobos, Miguelón (Vladimir Villar) y los
jóvenes Rodolfo (Kristell Almazan) y Machito (Carlos Luis González),
emplea recursos propios del género de aventuras, espacio al que
llegó en un esfuerzo por rescatar la producción nacional de
dramatizados juveniles.
Según explica el director de la serie Miguel Sosa, el principal
propósito era presentar la saga como pura aventura, "a pesar de
estar enmarcada en la década del cuarenta, nos tomamos algunas
licencias. Intentamos contemporanizar la adaptación, pero buscando
no perder la esencia del género, porque con la introducción del
video hay una tendencia siempre a los efectos especiales y yo quería
que fuera puramente cubana. No empleamos muchos recursos técnicos en
todas las escenas de acción precisamente por eso".
"Aunque el espacio está dedicado a los jóvenes, debía también
complacer a esa generación que pasa de 60 años. Era un reto que se
nos presentaba, porque la imaginación en la radio es muy amplia y yo
debía buscar a los tres Villalobos pensando en todos los públicos,
pero hasta la fecha los resultados han sido muy favorables."
Adaptada en 86 capítulos con guión original de Pedro Urbezo, la
aventura cuenta con 45 actores entre los que destacan Aramís
Delgado, en el rol del terrateniente Don Gonzalo Casamayor; Dianelis
Brito, Rafael Lahera, Armando Tomey, Isabel Santos, entre otros.
Para la selección del reparto, agrega Sosa, que sometió a pruebas a
los tres protagónicos, "son mis tres Villalobos, quizás otro
director lo hubiera hecho diferente, pero yo quería que se
representara la mezcla de razas. Busqué a estos actores jóvenes que
el público conoce. Carlos Luis y Vladimir son mulatos mientras
Kristell es trigueño, pero esa es la mezcla que nos caracteriza".
Aquellos que recuerden a plenitud las aventuras que se radiaban a
las doce del día, probablemente hayan encontrado en la pantalla
nuevas historias y personajes. Para el director de esta adaptación
ello responde a una visión actual y diferente de los sucesos.
"Muchas personas me han preguntado sobre algunas partes de la
historia original que no se incluyen en nuestros episodios. Estos
tres Villalobos de ahora obedecen a una nueva dramaturgia pero con
el tratamiento de la época en que surgieron. Precisamente fue la
escenografía uno de los elementos que más trabajo costó, sin embargo
ha sido muy bien acogida al igual que la ambientación y la
fotografía de Tony Sánchez, una persona que tiene una visión muy
preciosista de lo que es la cámara".
Durante casi siete meses de filmación en los exteriores de
Managua y Bauta, la grabación de la serie contó con una preparación
física intensa para los actores. "El entrenamiento de equitación
duró tres meses, algunos nunca habían montado a caballo, como María
Karla Fernández que sin embargo lo hizo muy bien. No hubo ningún
incidente y eso también es un logro que debo a todo el equipo".
Director de series tan populares como La Atenea está en San
Miguel, Sosa confiesa haberse entusiasmado mucho con el
proyecto, aún cuando sabía que se exponía a cada paso. "En estos
tiempos —confiesa— colocar una aventura, y ocupar un espacio que ha
estado tan deprimido, no es tarea fácil. Muchos realizadores hemos
querido recomenzar para que el espacio alcance otra vez su vuelo; me
parece que se está haciendo un esfuerzo, aunque no depende solamente
de nosotros. Los tres Villalobos parecen marcar, después de
tanto tiempo, el retorno de las aventuras cubanas y eso me alegra
por nosotros y por el público cubano, a quien quiero darle las
gracias".