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Mambisas en Veracruz
Miguel Febles Hernández
VERTIENTES, Camagüey.— Hace 11 años que Ramona Cardoso Cabrera
cumple un ritual inviolable: se levanta a las cinco y treinta de la
mañana, echa comida a los animales del patio, le pasa la escoba a la
casa, desayuna junto a su esposo y parte puntual al trabajo, donde
la espera otra ardua y agotadora jornada.
“Aunque
es bien fuerte el trabajo que hacemos, me siento mejor, más
realizada como mujer”. Fotos: Jorge Luis Téllez
Antes de que el sol caliente las espaldas, ella y el resto de las
integrantes de la brigada femenina de la Unidad Básica de Producción
Cooperativa Veracruz hace rato que entraron en calor, guataca en
mano, en las labores de deshierbe de uno de los lotes cañeros de la
entidad.
"Hasta entonces —recuerda Ramona— yo era una simple ama de casa,
que se dedicó a criar a sus tres hijos, a veces a coser algo, y ya,
nada más. Ahora trabajo, y aunque es bien fuerte lo que hacemos, me
siento mejor, más realizada como mujer.
"Por supuesto, siempre he tenido el respaldo de Oscar, mi esposo,
que también trabaja en la cooperativa. Él me ayuda en todo lo que
puede. Cuando regresamos del campo, ambos enfrentamos las tareas de
la casa hasta dejarlo todo listo para la mañana siguiente."
Ramona
y sus compañeras de surco ya resultan imprescindibles en la gestión
productiva de la UBPC Veracruz.
UNA BRIGADA, UNA COLUMNA
Ramona y sus compañeras de surco pertenecen a la Columna Ana
Betancourt de Mora, fuerza distintiva de la FMC que en estas tierras
del sur camagüeyano integran 341 mujeres, dedicadas por completo a
la producción agrícola y a las atenciones culturales a la caña.
Al frente del contingente en la Empresa Azucarera Batalla de Las
Guásimas está Bernarda Lence Clares, quien por sus méritos y
eficiente desempeño tuvo el honor de participar en el VIII Congreso
de la Federación de Mujeres Cubanas, como delegada directa:
"A través de todos estos años, nuestra columna ha demostrado
cuánto somos capaces de aportar en cualquier tarea que se nos
encomiende. Aquí las brigadas sí son integrales de verdad: lo mismo
siembran caña, guataquean y recogen obstáculos, que participan en la
cosecha de viandas o en el embellecimiento de las comunidades.
"Aunque parezca muy rudo el trabajo, lo hacemos con amor.
Simplemente —asegura Bernarda— es la forma que tenemos las mujeres
del campo de responder con hechos al llamado que nos hiciera Raúl,
de asumir la producción de alimentos como una cuestión de primer
orden."
EN EL LOTE SE DECIDE LA ZAFRA
La Unidad Básica de Producción Cooperativa Veracruz no tuvo este
año una buena campaña: el impacto de los huracanes sobre los
cañaverales provocó una caída de los estimados pre-contienda en más
del 20%, lo cual imposibilitó cumplir los compromisos de abasto al
central vertientino.
Eso lo saben sus 165 trabajadores y, de manera especial, las
mujeres que cada día se entregan de lleno a las tareas de la
recuperación agrícola y de fomento de nuevas áreas que garanticen el
futuro productivo de la entidad, con más de 1 300 hectáreas
dedicadas al cultivo de la caña.
"Ya el cambio se nota —comenta Arbelio Hernández Carmenates, jefe
del lote cañero El Brazo II—. Aquí mismo, si han mejorado los
rendimientos y el estado vegetativo de las plantaciones, en mucho se
lo debemos a las brigadistas Ana Betancourt, quienes nada envidian a
los hombres en productividad y, sobre todo, en la calidad de lo que
hacen."
Gracias a ello, hoy el colectivo y el cuerpo de dirección de la
UBPC Veracruz hablan con seguridad de cumplir las 10 300 toneladas
de caña que deben entregar para asegurar la molienda estable del
Batalla de Las Guásimas, uno de los cuatro ingenios que participarán
en la próxima zafra azucarera en Camagüey.
ELLAS, LAS IMPRESCINDIBLES
"De corazón se lo digo: a veces, para cualquier tarea, confiamos
más en las mujeres de la cooperativa, por su elevada responsabilidad
y disciplina, y por la forma alegre y entusiasta con que las asumen,
aunque en ello tengan que poner una buena cuota de esfuerzo."
No acostumbrado a hacer halagos inmerecidos, Dionisio García
González, el administrador de la UBPC Veracruz, ratifica su
confianza en las integrantes de la Columna Ana Betancourt de Mora y
cuenta con ellas, como hasta ahora, para enfrentar los retos que
tiene por delante la entidad.
Hacerse imprescindibles es, quizás, el mayor mérito que pueden
exhibir estas mujeres, muchas de las cuales superaron la
incomprensión familiar, el machismo enraizado y la discriminación
velada, para abrirse paso en la vida a través de la forma más
honesta posible: el trabajo. |