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Dos soldados británicos y uno estadounidense de la Fuerza
Internacional de Asistencia a la Seguridad (ISAF) murieron por
explosiones registradas en el territorio sureño afgano limítrofe con
Paquistán, informaron hoy portavoces oficiales.
Según las fuentes, ambos soldados británicos perdieron la vida
ayer a consecuencia de la detonación de una bomba cuando patrullaban
en las cercanías de la ciudad de Sangin en la convulsa provincia de
Helmand.
Esos decesos elevan a 206 los militares de Gran Bretaña
fallecidos desde que invadieron y ocuparon en unión de Estados
Unidos esta nación islámica centroasiática el 7 de octubre del 2001.
También, con esas dos bajas mortales suman 15 las registradas de
esa nacionalidad en agosto contra las 22 contabilizadas, el mes más
mortífero para las tropas de Gran Bretaña adscrita a la ISAF,
comandada por la OTAN.
Mientras, un soldado estadounidense murió al estallar otro
explosivo en la zona oriental del país y la nacionalidad se confirmó
en Kabul por fuentes del comando del Pentágono.
Con esa víctima mortal aumentó a 795 el número de militares de
Estados Unidos muertos en estos casi ocho años.
Ese incremento en la cifra de fallecidos se atribuye por la OTAN
a las dos ofensivas que desarrollan desde julio pasado las tropas de
Estados Unidos y Gran Bretaña en la conflictiva y montañosa
provincia sureña de Helmand para tratar de capturar bastiones de los
insurgentes afganos.
En la primera, unos tres mil efectivos de las fuerzas especiales
británicas operan en la porción norteña y la segunda involucra a
cuatro mil 500 infantes de marina estadounidense en la región sur de
Helmand.