Como una tarde espléndida para la cultura cubana fue calificada
la de hoy con la celebración de los 48 años de vida de la Unión de
Escritores y Artistas de Cuba (UNEAC) y la declaración oficial de su
sede Monumento Nacional.
Ha sido un verdadero privilegio para la cultura revolucionaria
haber contado con una organización como la UNEAC, dijo Abel Prieto,
ministro de Cultura, quien significó a la prensa que fue una
excelente idea la de la presidencia de la organización de hacer la
propuesta para la evaluación del lugar.
Ricardo Alarcón, presidente del Parlamento cubano, asistió
también a la ceremonia en la que se leyó la resolución de la
Comisión de Monumentos, en la que se aprecian no sólo los valores
arquitectónicos y estéticos del inmueble, sino su historia como
espacio de lo mejor de la intelectualidad.
Esta Casa es testimonio del rico quehacer de la organización de
la vanguardia artística durante más de 45 años, expresó Nilson
Acosta, secretario ejecutivo de esa Comisión que preside el
historiador Eusebio Leal.
Los poetas Miguel Barnet y Pablo Armando Fernández, premios
nacionales de literatura, develaron la tarja que acredita la
condición al inmueble de constante actividad artística, debates,
intercambios y encuentros con escritores y artistas de numerosos
países del orbe.
Barnet, también presidente de la UNEAC, destacó que en esa casa
durante 23 años mantuvo su oficina, laboró, organizó y creó algunas
de sus obras, el Poeta Nacional Nicolás Guillén, fundador de la
Unión y su primer directivo, junto a figuras como las de Alejo
Carpentier y José Lezama Lima.
Esta celebración de hoy es también un homenaje a ellos,
significó.
Una nutrida representación de la intelectualidad nacional y
trabajadores de la institución, asistieron al acto en la Casa de la
UNEAC ahora parte del Patrimonio Nacional, ubicada en una de las más
céntricas arterias del Vedado capitalino.