Transportistas a la carga

Froilán Parra Suárez

HOLGUÍN. — A pesar de los disgustos de algunos y las malas caras de otros, la vida dio la razón al reordenamiento del transporte y del flujo de cargas, proceso iniciado en esta provincia en abril del 2008. Sólo el municipio de Banes, el primero de esta provincia en asumir la experiencia, ahorró más de 77 000 litros de combustible en 12 meses.

Foto del autorEl reordenamiento del transporte y del flujo de cargas permitirá evitar el despilfarro de combustible que ocasionan camiones como este circulando sin cargas por las calles de nuestras ciudades.

Ahora, con la nueva metodología para llevar a cabo esta tarea, el municipio debe ahorrar unos 5 700 litros más, subraya Reynaldo Zapata, subdirector provincial de cargas.

La primera lección es que se pueden asumir las transportaciones de cargas con mayor eficacia y menor consumo de combustible, expresa. No obstante, reorganizar todo el transporte no es tarea fácil, conlleva muchas horas de análisis y de convencimiento, para desarraigar viejos conceptos "sembrados" en la mente de muchos.

RAZONES QUE CONVENCEN

Al principio la gente se pone brava, no confía en el éxito, pero poco a poco se convencen de las razones y al final prima el sentido común, pues las cifras son contundentes, significa Zapata.

Hasta ahora cada entidad, explica, enviaba al municipio cabecera sus camiones a recoger diferentes productos, y muchas veces se subutilizaba la capacidad del medio empleado. Se daba el caso, igualmente, que se "cruzaban" las cargas en la carretera, con el consiguiente despilfarro de combustible.

Actualmente se trabaja en la selección del parque a concentrar en las Bases de Cargas. Paralelamente se sustituyen camiones por camionetas más económicas y apropiadas para la distribución de algunos productos, como los de la canasta básica.

En la distribución del pan utilizamos 11 tractores y 27 camiones, contratados a porteadores privados, que emplean 16 835 litros de combustible mensualmente. El cambio de estos medios por 37 modernas camionetas especializadas, representa el ahorro de más de 9 000 litros mensuales, explica Zapata.

El último paso consiste en la conformación de las bases especializadas en los organismos que requieren este tipo de transporte, como las empresas cárnica, láctea, de materias primas y la construcción.

Los números convencen hasta al más testarudo: antes de iniciar el reordenamiento, la provincia destinaba 657 472 litros de combustible mensuales (diesel y gasolina) al transporte de cargas en los municipios; consumo que disminuirá, según los cálculos, en 223 540 litros.

LA EXPERIENCIA BANENSE

Daniel Quintana "acaricia" el camión Zil 130 que conduce, y que él mismo ayudó a chapistear y pintar. Labora en la Base Centralizada de Cargas de Banes desde su creación, aunque acumula 22 años como chofer.

Antes trabajaba en la base de transporte agropecuaria, dice, y enseña orgulloso el resultado del esfuerzo. Como él, otros choferes y mecánicos se afanan en la preparación de los 14 equipos con que contará definitivamente esta Base.

El primer análisis realizado a las hojas de ruta de 23 empresas del municipio que poseen transporte de carga, mostró que la capacidad de carga promedio se aprovechaba apenas al 24%, explica Filiberto Pino, director de la Organización Económica Estatal de Transporte en Banes.

A partir de ahí comenzamos el reordenamiento, expone Pino Rodríguez. Se decidió que un camión de la Unidad Empresarial de Base Ferroviaria Jesús Suárez Gayol buscara cada mes en el municipio de Holguín, distante a unos 90 kilómetros, todos los gases industriales que demandan las empresas del territorio. Este solo paso permitió economizar unos 500 litros de combustible al mes.

En Banes se empleaban, antes de acometer el reordenamiento, 173 camiones en el traslado de diferentes productos, hoy solamente se utilizan 14 para la misma cantidad de mercancías, con menos combustible.

Vencer los obstáculos no fue sencillo. Al rechazo inicial al cambio, se sumaron trabas burocráticas: tenían que ir todos los compradores; dificultades con las firmas autorizadas; desconfianza a que terceros trasladaran las mercancías...

Sin embargo, se logró, por ejemplo, que sectores como Educación, Salud y Comercio se vincularan para el traslado de los productos cárnicos y lácteos, revela Pino.

Que circulen por las carreteras los camiones y rastras que se necesiten, siempre cargados y explotando adecuadamente el potencial disponible, es cerrar puertas al derroche y al desvío.

Dejar de gastar ineficazmente este combustible y poder utilizarlo en otras necesidades constituye una poderosa razón para enfrentar la tarea con éxito.

 

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