GUANTÁNAMO.— Los lugareños de Guayacán, en la premontaña del municipio de El Salvador, convierten en verdaderas fiestas campesinas las actividades organizadas en el verano por la Sala de Televisión de la comunidad.

A lleno completo se desarrollan las actividades en la Sala de Televisión de Guayacán.

Sucedió así en la velada por el advenimiento del aniversario 56 del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, en la inauguración del verano o más recientemente con la realización de una actividad colectiva.

En todas abundan el changüí, el baile, la caldosa, el dominó y la alegría infantil con los juegos de mesa, la corrida en sacos y zancos y las competencias de tracción de soga, cuenta Ciro Valiente Arzuaga, director de la institución.

Ciro habla con satisfacción del protagonismo que alcanza en la comunidad la Sala de Televisión, del desempeño de los restantes cinco trabajadores de su colectivo y de la integración alcanzada con los promotores culturales, el delegado de la circunscripción, el trabajador social, las organizaciones de masas y los dirigentes campesinos de la zona.

"He ahí, en la unidad de acción, la razón de la masividad y el éxito en lo que hacemos. Aquí todo el mundo hala duro, parejo y con entusiasmo, pues lo que realizamos es para el disfrute de todos, para la gran familia de Guayacán", asevera el director.

Guayacán es una comunidad agrícola de 265 habitantes. Su economía se sustenta en la producción de café y los cultivos varios. La ausencia de corriente eléctrica limita la tenencia de televisores por las familias, las que disfrutan de la magia de la pantalla chica gracias a los paneles solares que energizan el mencionado inmueble.

Este local es como mi propia casa, desde que se inauguró en noviembre del 2002. Dicen que soy el más asiduo de sus visitantes. Yo creo que no es para tanto, aunque no me pierdo ninguna de las actividades que en él se organizan, narra Francisco Romero Álvarez.

El sexagenario campesino dice que entre sus preferencias están los programas informativos. "Ahora me siento un hombre mucho mejor informado, y eso lo agradezco a esta institución".

Cada año espero ansiosa la llegada del verano, por lo que se disfruta en esta etapa y por lo que aprendo, afirma la pionera Dainiubis Romero Riveaux, hija de Rosa Nilda Riveaux, integrante de la afamada brigada milenaria de recolección de café Las Tanias.

"En este verano —precisa Dainiubis— hemos participado en cumpleaños colectivos, excursiones, exhibición de películas, juegos diversos, en la lectura de libros y otras actividades organizadas por los trabajadores de la Sala."

Rosa Olivares Magdariaga, promotora cultural comunitaria, asegura que como parte de la programación de estos meses de asueto en la instalación se desarrollan los espacios Peña del Changüí y Miércoles Juvenil, además de talleres sobre producción local de objetos artesanales.

En esta última tarea una labor preponderante corresponde a las federadas, quienes muestran sus canastas, cestas, alfombras y otros útiles confeccionados con bejuco de guaniquiqui, o sombreros y pamelas de fibra de anacahuita.