WASHINGTON, 17 de agosto (PL).— La reforma de inmigración en
Estados Unidos deberá esperar hasta 2010 o 2011, según previsiones
de la Casa Blanca citadas hoy el diario The Denver Post.
El periódico recuerda que el presidente Barack Obama prometió en
2008 durante su campaña para la Oficina Oval que adelantaría la
modificación legal como una prioridad política de su administración.
Sin embargo, el mandatario demócrata y varios colaboradores
afirman ahora que el plan de cambios fue postergado para el próximo
año, o tal vez el siguiente debido a las planificadas elecciones
parlamentarias de medio término.
Aunque signifique el disgusto de muchos promotores
pro-inmigrantes y de la comunidad hispana en general, a Obama no le
preocupa romper una de sus principales promesas, comentó el
periódico.
En medio de la polémica nacional por la reforma de salud y la
recesión económica, el proyecto sobre migración no atrae la atención
del congreso federal ni del gabinete ejecutivo, opinó la
publicación.
El ex presidente George W. Bush, durante ocho años de mandato, no
logró que una reforma sobre este aspecto saliera de los salones del
Capitolio, y sólo dictó medidas mayormente encaminadas a reforzar la
seguridad en fronteras.
Grupos de activistas pro-inmigración protestaron a inicios de
este mes en al menos dos ciudades estadounidenses por la demora del
gobierno federal para refrendar nuevas regulaciones.
Según reportó el diario The Washington Times un año
después de apoyar al entonces candidato presidencial Obama durante
su campaña en 2008, delegados de organizaciones hispanas criticaron
al mandatario.
Líderes comunitarios y activistas de derechos civiles
manifestaron que la administración nacional traicionó a las minorías
extranjeras y sólo siguió pasos establecidos durante el gobierno de
Bush.
Los activistas advirtieron a Obama que si contó con el apoyo de
las comunidades foráneas en su camino hacia la Casa Blanca, podría
perder ese respaldo social en el futuro cercano.