.— El proyecto de un
seguro federal de salud, patrocinado por el gobierno, parece perder
hoy fuerza en Estados Unidos con una oposición creciente dentro y
fuera del Congreso.
Ya la secretaria de Salud y Servicios Humanos, Kathleen Sebelius,
dijo que el programa propuesto por el presidente Barack Obama en
realidad no es esencial para el país en su forma original.
Por otro lado, actualmente no hay matemática posible que logre
juntar los votos necesarios en el Capitolio para que la iniciativa
de la Casa Blanca pueda echar a andar por sus propios pies.
Los republicanos se unieron con demócratas conservadores para
alzar la voz en contra de la costosa reforma que apunta a extender
la cobertura médica hasta unos 47 millones de norteamericanos
desamparados.
Además en las calles de las principales ciudades se han sucedido
las protestas del público para criticar un plan que dicen podría
sumar más ceros a la derecha del ya billonario déficit federal de la
nación.
En resumen, Obama y Sebelius sopesan ahora la opción de presentar
un proyecto que sea financieramente apoyado por organizaciones no
gubernamentales, sin molestar a los contribuyentes norteamericanos.
El punto crucial es que no existen en el Senado los votos
suficientes en favor de Obama, así que continuar esta pelea es un
esfuerzo perdido, remarcó el parlamentario demócrata por North
Dakota, Kent Conrad.
La Cámara de Comercio estadounidense comenzó a transmitir el
jueves pasado un anuncio televisivo de 30 segundos para alertar
sobre supuestos peligros del plan de reforma médica nacional.
Según los expertos de la institución, el nuevo programa de salud
defendido por el Presidente provocará un alza en los impuestos para
los contribuyentes y un incremento en el déficit presupuestario.
El material de la Cámara es difundido en momentos cuando el
debate sobre la iniciativa en cuidados médicos cobra fuerza de
polémica política, y muchos emisarios de Obama son recibidos en las
localidades con manifiesto rechazo hacia la propuesta.
La última idea de Washington de implantar una reforma que costará
un millón de millones de dólares es una opción incorrecta,
recordamos que el déficit crecerá en al menos 239 mil millones de
dólares, señala un narrador en el anuncio.
Inflar las tasas, engrosar el déficit y expandir el control sobre
la salud del ciudadano deben ser proyectos a rechazar en el
Congreso, hay que optimizar los cuidados médicos de otra manera,
concluye el locutor mientras estalla un globo rojo.