El funcionamiento eficiente de unidades de gasificación de
oxígeno en hospitales cubanos posibilita disminuir el consumo de
portadores energéticos, y con ello paliar los efectos de la crisis
mundial sobre la economía nacional.
Bruno Rodríguez, tecnólogo de la planta de óxido nitroso de La
Habana, aseveró a la AIN que la reducción del gasto de diesel se
logra por la rebaja del número de viajes requeridos para abastecer a
esos centros del vital renglón, mediante cilindros convencionales de
oxígeno medicinal.
Precisó que los balones dejados de utilizar en esas labores se
aprovechan en la atención a pacientes en estado terminal, a quienes
se les lleva el servicio a su propio hogar.
Una gasificadora está formada esencialmente por un depósito de
almacenaje de oxígeno líquido y un sistema de transformación en
gaseoso, conectado a la red interna hospitalaria de distribución del
gas.
Esta es una tecnología diferente con impacto social, económico y
de mucho valor humano, que procura garantizar un servicio de
excelencia, acotó el especialista.
En la nación fueron montados 27 equipos, la mayoría en hospitales
de Ciudad de la Habana, entre ellos, el Instituto de Cardiología y
Cirugía Cardiovascular, el materno infantil Ramón González Coro y el
clínico quirúrgico Hermanos Almeijeiras.
La primera unidad de gasificación de oxígeno del país fue
inaugurada en el hospital general universitario Vladimir Ilich Lenin,
de Holguín, el 29 de octubre de 2007 y asegura un ahorro sobre los
600 litros de combustible cada mes.