No existe ninguna orientación que condicione la elegibilidad de
un cadáver para ser incinerado, la única condición es la voluntad
del fallecido, expresada por sus familiares y es obligatorio
respetarla. Es decir, no media ningún requisito físico ni criterio
alguno que impida cumplir con esa petición, dice Mercedes Costa
Rodríguez, directora Provincial de Servicios Necrológicos en Ciudad
de La Habana.
¿Pero los familiares aducen que las personas obesas no son
cremadas en el incinerador de Guanabacoa para ahorrar combustible?
Lo que nos ocurre ahora en esa instalación es que después de casi
tres años de puesta en marcha de este servicio, donde se han cremado
hasta el pasado 3 de agosto 3 764 cuerpos, se han deteriorado partes
y piezas del equipo. El daño en el refractario provoca que al cremar
los fallecidos con más de 250 libras de peso corporal se derrame la
grasa, ocasionando un alto riesgo de incendio interno. Esa es hoy la
única limitante que presentamos, lo cual nada tiene que ver con
ahorrar energía, pues el equipo instalado es muy eficiente, solo
consume 11 litros de gas por cada cremación, sea cual sea el volumen
corporal.
¿Qué faltaría entonces para responder a todas las solicitudes de
cremación y no haya que clasificar a los fallecidos por su peso
corporal?
Es necesaria una inversión en el crematorio, que debe comenzar el
próximo día 20, indica Mercedes.
Al respecto, César Romero, vicepresidente del Consejo de la
Administración en la capital, explica que demandan para la
reparación los ladrillos refractarios, la fuerza técnica que acometa
la tarea y como es natural habría que paralizar el servicio hasta
concluir esas labores.
Según el propio Romero en el país, y por consiguiente en la
capital, hay un solo incinerador. A él le preguntamos si es
suficiente solo uno.
"No es suficiente, está concebido en las mismas áreas donde
tenemos el actual (cementerio de Guanabacoa), la instalación de un
segundo y la reparación del que tenemos. El primero nos costó, en el
año 2006, cerca de 76 000 dólares, ya este en el 2009, alcanza un
valor de 100 000.
En el diálogo con Mercedes, en presencia de Luis Rivero, director
Provincial de Servicios Comunales, conocimos que la autorización a
cremar a un fallecido, después de la solicitud familiar, la emite
Medicina Legal. Nos comenta que el tiempo promedio desde que se
solicita ese servicio hasta su ejecución es de 12 horas.
¿Por qué tanto tiempo?
Existe una resolución, la No.128, de 1992, del Ministerio de
Salud Pública y el Ministerio de Economía y Planificación, que exige
que el cuerpo permanezca seis horas en la funeraria, afirma la
directora de Servicios Necrológicos. Luego va a Medicina Legal y de
allí al proceso de evisceración, el cual se realiza únicamente en la
funeraria de Calzada y K, la cual está cerrada en estos momentos,
por lo que prestamos este servicio actualmente en la de Maulines, en
Arroyo Naranjo. Finalmente el cuerpo se traslada hasta Guanabacoa.
¿No cree que debe evaluarse una disposición de hace más de 15
años, cuando no contábamos con el servicio de cremación, con lo
cual, además, cumpliríamos con la voluntad de los fallecidos que no
quieren ser expuestos en una capilla, ni siquiera por una hora?
"Tiene que evaluarse, aunque las funerarias están en condiciones
para preservar el cuerpo sin que se exponga en la capilla y así
respetar la voluntad mencionada".
Pese a la explicación existen casos en los que los familiares se
ven obligados a exponer el cuerpo de su fallecido por un tiempo en
las capillas. Explica Mercedes que cuando eso sucede las autoridades
de la funeraria actúan incorrectamente, sentenció.
Sobre la conservación de los cadáveres que esperan por la
cremación, aclara la directiva, que la nevera para estos casos es la
que se encuentra en el incinerador. Explicó que solo una funeraria,
La Nacional, tiene refrigeración para conservar y se emplea para
cadáveres que vienen o van hacia el exterior. Pero expresó que
"cualquier problema con un fallecido, ya sea porque espera la
llegada de un familiar o alguna devolución del incinerador por las
causas expuestas o cualquier complicación que surja, puede ser
colocado en la nevera de La Nacional". Sin embargo, ese servicio
solo puede autorizarlo ella o el subdirector de la entidad que
dirige, mediante una llamada telefónica desde las funerarias.
Atendiendo a la importancia de los servicios que presta la
funeraria Calzada y K, indagamos por lo que falta para que esté
lista nuevamente.
"Ya tenemos todos los recursos en el lugar y nos quedan
aproximadamente dos meses de trabajo. Se ha hecho una gran
inversión, que incluyó el montaje de dos ascensores nuevos con valor
de unos 52 000 dólares cada uno, más otros 100 000 en la parte
civil. Lo único que no contamos todavía es con el financiamiento
para la climatización del salón grande, que está en el último piso",
explica el vicepresidente César Romero.
Mercedes Costa Rodríguez, directora de Servicios Necrológicos en
Ciudad de La Habana, opina que una lógica de atención a los
familiares es concentrar las funciones de medicina legal,
evisceración e incineración en el propio crematorio, lo cual
eliminaría la extensa, engorrosa y hasta dolorosa ruta: hospital o
domicilio, funeraria, Instituto de Medicina Legal, funeraria para
conservación y crematorio.
Como parte del proceso de análisis de responsabilidad directa
o colateral, fueron sancionados los principales responsables de
estos hechos.