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Al menos 35 muertos, dos desaparecidos y 30 mil desplazados es el
saldo de las intensas lluvias provocadas por el tifón Kiko a su paso
por el norte de Filipinas.
Las fuertes precipitaciones de las últimas semanas ocasionaron
corrimientos de tierra, inundaciones y la ruptura de diques en esa
parte del archipiélago, informó hoy el Departamento de Protección
Civil.
En la provincia de Zambales, un dique se rompió y afectó a tres
poblaciones de la región. Decenas de personas pasaron la noche
golpeados por el frío en árboles y sobre los techos de sus casas.
Dos residentes murieron y 12 mil se vieron obligados abandonar
sus hogares, indicó el gobernador local Amor Deloso, quien declaró
el estado de emergencia.
Los árboles arrastrados por la corriente golpeaban las viviendas
y obstaculizaban los esfuerzos de evacuación, en los que intervino
un helicóptero de la Fuerza Aérea.
Cerca de la ciudad de Baguio, dos niños perdieron la vida e igual
número resultó herido en un alud registrado en las montañas de
Cordillera.
Las autoridades de la provincia de Tarlac recuperaron los
cadáveres de un filipino y de un grupo de franceses y surcoreanos en
la cara norte del monte Pinatubo.
Alrededor de 20 tormentas tropicales azotan a Filipinas cada año
durante la estación lluviosa que comienza en mayo y termina en
diciembre.
Las inundaciones y corrimientos de tierra dejan considerables
pérdidas humanas y daños materiales, sobre todo en los estratos
sociales más pobres.
La tormenta tropical Kiko en estos momentos abandona el
territorio filipino con destino a Taiwán.