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Por lo menos 52 delegaciones internacionales participarán el próximo
lunes en la toma de posesión del presidente ecuatoriano Rafael
Correa y las medidas oficiales para garantizar la seguridad de los
dignatarios visitantes imprimen hoy a Quito un peculiar sello.
La coincidencia ese día de la investidura presidencial con la
cumbre de los 12 países integrantes de la Unión de Naciones
Suramericanas (UNASUR) moviliza ya a cuatro mil 700 policías en la
capital, aún cuando la protección de las delegaciones presidenciales
estará a cargo de las Fuerzas Armadas.
Euclides Mantilla, director general de Operaciones de la Policía
Nacional, anunció que en todo el país se movilizarán unos 36 mil
agentes del orden, de los cuales siete mil 450 se encargarán del
operativo de tráfico en las carreteras.
En el convento de San Agustín, ubicado en el Centro Histórico
capitalino, todo está listo para la cumbre de los 12 presidentes
integrantes de UNASUR, mientras efectivos de inteligencia del
Ejército supervisan minuciosamente la seguridad de la
infraestructura.
El principal punto de atención en ese monumento arquitectónico
del siglo XVIII es la sala capitular. En ese lugar, seis días
después del Grito de Independencia del 10 de Agosto de 1809 se
suscribió el acta de constitución del primer Gobierno autónomo de
América y ahora en esa sala sesionarán los mandatarios
suramericanos.
Medidas especiales se implementan también al interior del estadio
Olímpico Atahualpa y sus calles aledañas, donde el propio lunes será
presentado Correa al asumir su segundo mandato ante una concurrencia
esperada de 50 mil personas pertenecientes a organizaciones y
movimientos sociales de todo el país.