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El presidente boliviano, Evo Morales, izó hoy la bandera nacional en
la plaza Murillo, frente a Palacio Quemado, con lo cual abrió
oficialmente las actividades por el aniversario 184 de la
independencia de la nación andina.
Poco antes de partir a Sucre, capital histórica de la república,
el jefe de Estado, junto a otros representantes del gobierno también
rindieron tributo a héroes y mártires bolivianos, cuyos nombres se
recuerdan en un complejo monumental ubicado en el citado entorno.
Morales se dirigirá a la población desde la Casa de la Libertad,
durante una sesión de honor del Congreso Nacional convocado por la
efeméride patria.
El mandatario estuvo ausente por más de un año de ese tipo de
actos protocolares en Sucre, también capital del departamento de
Chuquisaca, debido a hostilidades impulsadas por autoridades
opositoras de esa prefactura.
De acuerdo con el vicemandatario y máxima autoridad del
parlamento, Álvaro García, a la velada asistirán representantes de
lo tres poderes (Ejecutivo, Legislativo y Judicial) e invitados a
nombre del cuerpo diplomático y la instituciones castrenses.
El anuncio del dignatario de que participaría de manera fraterna
en ese encuentro, que comprometió a dirigentes sociales de
Chuquisaca, es visto por el oficialismo y la oposición como un gesto
de reconciliación.
Los líderes indígenas y campesinos dieron plena garantía para que
Morales concurra a los festejos en Sucre, a pesar de posiciones
intransigentes y beligerantes de dirigentes cívicos.
También García instó a los ciudadanos sucrenses a mostrar
sabiduría, tranquilidad y generosidad con los invitados que
asistirán a las actividades centrales por la fecha patria.
Por otra parte, el ministro de Gobierno, Alfredo Rada, aseguró
que la policía garantizará seguridad a las autoridades y otras
personalidades que participen en la sesión congresal y el resto de
los festejos.
Rada explicó que se ejecutará un dispositivo especial que
requerirá de la participación de todas las unidades para evitar
cualquier imprevisto.