Las
Tunas.— La reciente apertura de un aula ecológica en el Jardín
Botánico de esta provincia abre nuevas posibilidades para la
educación ambiental entre niños, jóvenes, trabajadores, dirigentes y
especialistas de empresas, organismos y organizaciones.
El local, integrado a un entorno natural que favorece las
aspiraciones de ese proyecto, dispone de equipamiento, mobiliario y
medios tecnológicos para el acceso a conocimientos relacionados con
la defensa del medio ambiente, en particular de la flora amenazada,
así como extender el contenido de estudios e investigaciones
realizados en el Jardín.
Asuntos tan elementales y necesarios como los asociados a la
actividad de búsqueda, riesgos o peligros de extinción que gravitan
sobre determinadas especies, forma en que se reproducen y momento
más oportuno para el trabajo con las semillas, pueden ser de gran
valor para quienes concurren al aula, según considera Raúl Verdecia
Pérez, director del Jardín Botánico, investigador e integrante del
grupo de expertos en palmas y plantas, de la Unión Internacional
para la Conservación de la Naturaleza.
Además de acceder a la experiencia acumulada por quienes integran
ese colectivo, ahora cientos de estudiantes pertenecientes a
diferentes enseñanzas, campesinos, trabajadores agrícolas,
forestales y todas las personas interesadas en defender la
naturaleza, pueden entrar en contacto directo con unas 90 especies
en peligro de desaparecer (allí conservadas y en cultivo), así como
a herbarios, muestras y colecciones de gran relevancia, entre las
que destacan 160 especies de palma real.