LIMA, 5 de agosto (PL).— La secretaria ejecutiva de la Comisión
Económica para América Latina y el Caribe (Cepal), Alicia Bárcena,
advirtió hoy que los efectos de la crisis global tendrán un impacto
negativo sobre los pobres de la región.
En la Escuela de Verano sobre las Economías Latinoamericanas de
la CEPAL, Bárcena precisó que en el área hay 180 millones de
personas en esa condición y 70 millones de indigentes.
Indicó que la debacle, que no tiene precedentes, golpeará
duramente al comercio, las inversiones, el desempleo y las remesas
latinoamericanas. Dejará secuelas perdurables sobre diversos
aspectos de la economía internacional y regional, añadió.
La secretaria ejecutiva de CEPAL señaló que el comercio en el
área mermó en abril pasado un 31,8 por ciento en valor y 19,7 en
volumen.
Igualmente en ese mes las exportaciones declinaron un 29,2 y un
9,2 por ciento, mientras que las importaciones cedieron un 34,6 y
29,9, respectivamente.
Según cálculos de ese organismo de Naciones Unidas, la tasa de
desempleo en Latinoamérica aumentará hasta el 9,0 por ciento, lo que
equivale a cuatro millones de nuevos desocupados.
Estos se sumarán a los millones de individuos actualmente sin
trabajo.
La CEPAL estima que el Producto Interno Bruto (PIB) de la región
caerá este año un promedio de 1,9 por ciento, cifra muy por debajo
del 4,2 de expansión con que terminó ese indicador en el año
precedente.
Se prevé que el área deje de recibir en 2009 capitales externos
por hasta 70 mil millones de dólares, como resultado de menores
inversiones directas, remesas y fondos de ayuda al desarrollo.
Bárcena aseguró que lo que se vive es una crisis de un modelo de
desarrollo basado en la desregulación o autoregulación de los
mercados, en la escisión y predominio creciente de la economía
financiera frente a la productiva.
Se trata de la crisis de un patrón de globalización con muy alta
concentración de la riqueza, escasa solidaridad y muy baja capacidad
de los estados para fiscalizar, redistribuir y regular, remarcó.