De esta manera el joven trebejista, tercer mejor Elo del país (2
602), completa el grupo de antillanos que tomará parte en el evento,
integrado también por sus homólogos Leinier Dominguez (2 716),
clasificado directo debido a su Elo, y Lázaro Bruzón (2 619),
monarca del Torneo Zonal 2.3.
Tanto Leinier como Bruzón han experimentado este tipo de
certámenes para 128 trebejistas de todo el mundo, diseñado bajo los
cánones de la "muerte súbita o tie break", una especie de
lotería que deja poco margen para el error y para enmendar
marcadores adversos.
Corrales, pese a su juventud, ha visto mucho mundo y se acomodará
tempranamente a las exigencias de esa fórmula competitiva nacida
bajo la mirada de la FIDE (Federación Internacional de Ajedrez,
siglas en francés) en el Campeonato Mundial de Las Vegas, en el año
1999, ganado por el ruso Alexander Khalifman.
Propios y extraños han expresado comentarios favorables y en
contra a este torneo de carácter bianual y que es parte integrante
de las regulaciones estipuladas para la discusión de la corona del
planeta.
El diapasón en ese sentido es bastante amplio. Algunas opiniones
avalan el carácter "democrático" del certamen, pues se acoge al
principio del derecho que tiene de participar todo aquel ajedrecista
que conquiste en su torneo zonal o continental algunas de las plazas
otorgadas, incluidos por supuesto, los vencedores absolutos.
Otras le echan mano al amplio muestrario de la calidad en
concurso, pues afirman que va desde lo máximo hasta lo ínfimo. Es
precisamente entre estas últimas afirmaciones donde se concentra la
"añoranza" por aquellos "matches de retadores" que durante años
colmaron los grandes espacios competitivos y le otorgaban la justa
importancia al desafiador, quien después de salir airoso en varias
eliminaciones enfrentaba al campeón mundial vigente.
La Copa de Khanty Mansiysk está pactada a siete rondas; seis de
ellas con tres días de pugilato; los dos primeros para las partidas
clásicas —90 minutos para 40 movidas, más 15 minutos para el resto
del encuentro con incremento de 30 segundos por jugada—, y el
tercero para las del desempate: dos con 25 minutos y si persiste la
igualdad otras dos con 5.
Antes de la fecha del adiós habrá una jornada de descanso y un
día después comenzará la séptima y última ronda donde los dos
aspirantes al título jugarán una serie de cuatro partidas en igual
número de días.