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Bases militares de EE.UU., práctica de dominación global

ROBERTO PÉREZ BETANCOURT

Las actuales bases militares de EE.UU. y las que instala en Colombia son parte de su política de dominación global, afirmaron hoy expertos en Mesa Redonda instructiva de la televisión y radio cubanas.

Nelson Roque, investigador del Centro de estudios para la Defensa en Cuba, explicó que las bases militares en otros países se conocen desde la época del colonialismo británico y francés, primeros en instalarlas para detener cualquier manifestación o levantamiento social.

Explicó que EE.UU. instaló bases en el exterior a partir de 1898, tras la guerra hispano-cubano-americana, cuando se apoderó de Puerto Rico, Filipinas, Guam, Hawai y la base naval de Guantánamo, aún ilegalmente ocupada en Cuba.

Roque relató las estructuras de diferentes tipos de bases de EE.UU. en el exterior, las consideradas bases principales, poseedoras de instalaciones permanentes, dotadas de infraestructura total, y las llamadas secundarias, medianas y pequeñas, para rotar tropas y realizar entrenamientos, entre otros objetivos.

Precisó el analista que EE.UU. afirma poseer 823 bases militares de diferentes dimensiones en el exterior, cuyas superficies declaradas suman 48 mil kilómetros cuadrados, cerca de la mitad de la superficie de la República de Cuba, y subrayó que en Alemania y Bélgica se asientan los estados mayores de las bases militares en Europa.

Añadió que 130 países cuentan con presencia militar de EE.UU., y se estima que existen unos 200 mil uniformados estadounidenses en esas instalaciones, sin contar los que se hallan en Afganistán e Irak.

A lo anterior se suma las seis flotas norteamericanas en ubicaciones alrededor del mundo, cada una de las cuales representa varias bases militares fuertemente armadas, incluso con elementos nucleares.

Roque dijo que en América Latina y el Caribe hay 11 bases de EE.UU., según sus propias informaciones. La más importante es la de Guantánamo con 953 hombres; la Soto Cano (Parmerola), en Honduras, de 418 militares, y en Colombia otras con 90 efectivos, sin contar las cinco nuevas, llamadas de "seguridad cooperativa".

El experto también analizó los objetivos estratégicos de las bases en Europa, Asia y en otras latitudes, así como la colaboración entre ellos con fines de intimidación y agresión.

Dentro de los propios Estados Unidos existen unos cuatro mil enclaves militares, recordó el moderador Randy Alonso.

Alrededor de los centros de concentración militar suele proliferar la prostitución, prácticas sociales nocivas, y de serias afectaciones al medio ambiente, precisó Roque, quien indicó que las bases que esperan establecer en Colombia son ilegales.

Lázaro Barredo, director del diario Granma, afirmó que las bases militares juegan papel esencial de política hegemónica de Estados Unidos, aparecen históricamente en la dinámica geopolítica de expansión y de agresión de ese país, y, dijo, son consustanciales al sistema imperante en esa nación.

El analista abundó en el interés económico estratégico de los emplazamientos armados norteamericanos, recordó que Barack Obama acaba de presentar el presupuesto militar más grande en la historia estadounidense, lo que evidencia, dijo, que en ese país no importa el nombre del Presidente, sino los intereses de las élites del poder.

Consideró Barredo que EE.UU. está a la caza de que se produzcan cambios de gobiernos en Latinoamérica para implementar su estrategia militarista, y citó un estudio mediante el cual el Pentágono ha devenido centro de la política exterior hacia América Latina, en sustitución del Departamento de Estado.

Abundó el analista en la creciente contribución económica anual por parte de EE.UU. a Colombia, que rebasa los mil millones de dólares, país este último considerado principal suministrador de drogas a la nación norteña.

Para la periodista Marina Menéndez, Estados Unidos aspira a seguir ejerciendo su dominación militarista en América Latina, en áreas cercanas a donde existen movimientos sociales que preocupa a la élite norteamericana de poder.

La analista recordó el papel de la base de Palmerola contra movimientos sociales de Nicaragua, El Salvador y Guatemala, indicó que ahora se pretende justificar las nuevas cinco bases en Colombia con el cierre de la de Manta, y llamó la atención sobre el peligro real que esos enclaves representan para Venezuela, Ecuador y Brasil.

Trascendió que el gobierno estadounidense destinó 42 millones de dólares para mejorar su plataforma y capacidad operacional militar en Sudamérica.

El moderador Alonso recordó palabras del presidente Hugo Chávez, el domingo último, cuando rechazó las bases militares y precisó que Venezuela no es amenaza para nadie, porque no pretende agredir a ningún país, pero reforzará sus defensas que en pos de perpetuar la soberanía de la nación.

En el foro radiotelevisado trascendió que el presidente colombiano Álvaro Uribe no asistirá a la cumbre de UNASUR para evadir el debate solicitado por Brasil y Chile sobre las bases militares que el mandatario admitió en su país. (AIN)

 

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