La Ley de la Contraloría General de la República de Cuba quedó
aprobada por unanimidad en la sesión vespertina de ayer de la
Asamblea Nacional del Poder Popular, con la cual el país se dota de
una legislación de importancia estratégica que va a fortalecer el
Estado cubano, como lo afirmara Ricardo Alarcón, presidente del
Parlamento, minutos después de recibir el voto unánime de los
diputados.
Tras la presentación del proyecto por Homero Acosta Álvarez,
elegido poco antes como Secretario del Consejo de Estado, y de la
lectura del dictamen correspondiente, por José Luis Toledo
Santander, presidente de la Comisión de Asuntos Constitucionales y
Jurídicos, elaborada de conjunto por los miembros de esta y la de
Asuntos Económicos, intervinieron varios parlamentarios para
fundamentar su voto favorable a la ley y expresar otras
consideraciones, entre las que destacaron la importancia de la
participación popular en su aplicación, recogida expresamente en uno
de sus capítulos y por crear todos los mecanismos que garanticen que
sus preceptos no se conviertan en letra "muerta".
En sus comentarios sobre tales planteamientos, Acosta enfatizó en
que no basta con la aprobación de esta ley si no se logra una
voluntad para que haya orden, la economía funcione mejor y los
recursos se usen para lo que están destinados.
Una vez aprobada y en cumplimiento de su propio artículo acerca
de la elección del Contralor General República, a propuesta del
Presidente del Consejo de Estado, fue elegida unánimemente mediante
el voto secreto y directo de los parlamentarios, para ocupar este
cargo la diputada Gladys María Bejerano Portela, quien fungía hasta
este momento como Ministra de Auditoría y Control, organismo de la
Administración Central del Estado que se extingue con la presente
ley.
A las 5 de la tarde, el General de Ejército Raúl Castro comenzó a
pronunciar el discurso de clausura de estas sesiones.