Buscan holguineros mejor uso y fruto de la tierra

Pastor Batista Valdés

HOLGUÍN.— La concesión, hasta la fecha, de casi 50 000 hectáreas a personas naturales y jurídicas, comienza a develar en esta oriental provincia posibilidades que para todo el país abre el proceso de entrega de tierras en usufructo, con el propósito de explotar y aprovechar mejor ese recurso en función de la alimentación del pueblo.

Foto: Elder LeyvaJuan Carlos Acosta y su hijo han transformado este lugar, que hasta enero estuvo cubierto de marabú.

Aunque no conformes (al satisfacer algo más de 6 000 solicitudes entre las 9 695 recogidas en toda la provincia), los holguineros empiezan a apreciar los primeros frutos de una experiencia que hoy reporta más de 25 000 hectáreas de terreno en la actividad ganadera, con el 63% de esa área en explotación.

Estadísticas de la agricultura en el territorio dan cuenta, a la vez, de casi 15 000 hectáreas más, entregadas por esa vía para el fomento de cultivos varios, la mitad de ellas sembradas ya, e incluso aportando algunas producciones que, aunque incipientes, totalizan unos 20 000 quintales de viandas, hortalizas y granos, con tendencia lógica al aumento a medida que se vaya consolidando el proceso.

Según explica George González Fernández, subdelegado de funcionamiento y control interno, tanto esos usufructuarios, como otros que se dedicarán al cultivo de arroz, café, tabaco, actividad forestal o crianza de ganado menor, pueden acceder a capacitación técnica mediante los extensionistas de cada municipio, acumular capacidad de compra (como otros productores) y recibir créditos bancarios, entre otras facilidades.

La imposibilidad de conceder en todos los casos terrenos exactamente donde ha solicitado la persona interesada, hace que especialistas del sector responsabilizados con la tarea intervengan en la reorientación de esos ciudadanos, a quienes se les presentan otras ofertas, como alternativas para una solución definitiva.

Si bien aquí, y en otras partes del Archipiélago, el proceso no ha avanzado con la celeridad esperada, la entrega de tierras en usufructo —de forma organizada, con el control y rigor necesarios— debe ayudar a revertir el panorama en áreas improductivas, muchas veces cubiertas de marabú, e incrementar los niveles de producción y la presencia real de alimentos en el lugar donde más falta hacen: directamente en la cocina familiar.

 

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