Aunque no conformes (al satisfacer algo más de 6 000 solicitudes
entre las 9 695 recogidas en toda la provincia), los holguineros
empiezan a apreciar los primeros frutos de una experiencia que hoy
reporta más de 25 000 hectáreas de terreno en la actividad ganadera,
con el 63% de esa área en explotación.
Estadísticas de la agricultura en el territorio dan cuenta, a la
vez, de casi 15 000 hectáreas más, entregadas por esa vía para el
fomento de cultivos varios, la mitad de ellas sembradas ya, e
incluso aportando algunas producciones que, aunque incipientes,
totalizan unos 20 000 quintales de viandas, hortalizas y granos, con
tendencia lógica al aumento a medida que se vaya consolidando el
proceso.
Según explica George González Fernández, subdelegado de
funcionamiento y control interno, tanto esos usufructuarios, como
otros que se dedicarán al cultivo de arroz, café, tabaco, actividad
forestal o crianza de ganado menor, pueden acceder a capacitación
técnica mediante los extensionistas de cada municipio, acumular
capacidad de compra (como otros productores) y recibir créditos
bancarios, entre otras facilidades.
La imposibilidad de conceder en todos los casos terrenos
exactamente donde ha solicitado la persona interesada, hace que
especialistas del sector responsabilizados con la tarea intervengan
en la reorientación de esos ciudadanos, a quienes se les presentan
otras ofertas, como alternativas para una solución definitiva.
Si bien aquí, y en otras partes del Archipiélago, el proceso no
ha avanzado con la celeridad esperada, la entrega de tierras en
usufructo —de forma organizada, con el control y rigor necesarios—
debe ayudar a revertir el panorama en áreas improductivas, muchas
veces cubiertas de marabú, e incrementar los niveles de producción y
la presencia real de alimentos en el lugar donde más falta hacen:
directamente en la cocina familiar.