TEGUCIGALPA, 30 de julio (PL).— El Frente Nacional contra el
golpe de Estados de Honduras denunció hoy una gran operación en todo
el país del ejército y la policía para reprimir a manifestaciones
pacíficas a favor del estado de derecho.
En un comunicado la organización precisa que en la comunidad de
El Durazno, en la carretera que une la capital con el norte de la
nación, las fuerzas represoras atacaron a los manifestantes incluso
con armas de guerra.
A la policía no le bastó desalojar a la manifestación, pues
comenzaron a seguir por más de cinco kilómetros a los manifestantes
que intentaban huir del ataque, agrega.
Reporta asimismo incidentes similares en los departamentos de
Comayagua, en el centro del país, Santa Bárbara, fronterizo con
Guatemala, y Cortés, en el norte.
La represión ordenada por el gobierno de facto que asumió tras la
asonada militar del 28 de junio pasado ocurrió cuando las fuerzas
populares realizan el primer día de un paro de 48 horas en defensa
del orden constitucional.
Las demostraciones en demanda también de la restitución del
presidente constitucional, Manuel Zelaya, cumplen este jueves su
trigésima tercera jornada de resistencia pacífica.
La agresión de los militares dejó un saldo no precisado de
heridos, entre ellos el candidato presidencial independiente Carlos
Humberto Reyes, lesionado en la cabeza y con dos fracturas en su
brazo izquierdo a causa de los golpes.
El profesor Roger Vallejo, quien recibió un disparo en la cabeza,
se encuentra entre la vida y la muerte en un hospital capitalino, de
acuerdo con las evaluaciones médicas.
Un número tampoco precisado de personas fueron detenidas, entre
ellas, el coordinador general del Frente, el dirigente sindical Juan
Barahona, quien confirmó a Prensa Latina haber sido brutalmente
golpeado.
El abogado Rásel Tomé informó que gracias a recursos ante la
Corte Suprema de Justicia fueron liberadas 99 personas que estaban
detenidas en la IV Estación de policía, entre ellos Barahona.
Barahona y otros dirigentes ratificaron que a pesar de la brutal
represión la resistencia pacífica se mantendrá hasta lograr la
derrota de los golpistas y la vigencia del orden constitucional.