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Venezuela manifestó hoy su indignación ante la irresponsabilidad con
la que Colombia ha aniquilado los esfuerzos emprendidos por
construir una relación binacional, poniendo claramente en peligro la
paz y la estabilidad de la región.
"La acusación hecha al gobierno venezolano alrededor de un grupo
de armas supuestamente incautadas a las FARC (Fuerzas Armadas
Revolucionarias de Colombia), y el comunicado del gobierno de
Colombia emitido el 29 de julio de 2009 son la ilustración de la
hipocresía con la cual actúan las autoridades colombianas", señala
un comunicado del Ministerio de Relaciones Exteriores de Venezuela.
Ese país, añade el documento oficial, "trata de justificar la
locura guerrerista que desarrollan a lo interno y que se empeñan en
imponer al resto de los países como única política regional".
"El gobierno colombiano, rehuyendo a sus propias
responsabilidades, quiere justificar la instalación en su territorio
de hasta cinco bases militares de la principal potencia bélica
mundial, alegando que tres lanzacohetes supuestamente propiedad del
ejército venezolano habrían llegado a manos de un grupo irregular",
añade.
Como de costumbre, precisa la nota de la cancillería venezolana,
el gobierno colombiano no explica cómo circulan en su territorio
miles de armas en manos de grupos irregulares, sino que exige
cínicamente al de Venezuela explicar el origen de tres de ellas.
"¿Por qué no exigirle a los Estados Unidos o a Israel, ofrecer
explicaciones de cómo miles de armas fabricadas en esos países están
en manos de los ejércitos guerrilleros dentro de Colombia?, "se
pregunta en el texto gubernamental.
Precisa que "según el libreto ya bien trillado por la élite
colombiana, los sesenta años de guerra interna no son
responsabilidad de Colombia sino de sus países vecinos, con una
particular preferencia por aquellos donde hoy gobiernan fuerzas de
izquierda".
Si la oligarquía colombiana, ante su fracaso histórico de
construir un país viable, ha tomado la deshonrosa decisión de
entregarlo en comodato a los Estados Unidos, debe asumirla con
claridad frente al pueblo de Colombia antes que escudarse detrás de
pretextos absurdos, expresa.
La Colombia de hoy, ocupada militarmente y regentada por una
élite belicista, se ha constituido en un peligro latente para la
región entera", subraya.
Indica que "el gobierno venezolano ratifica su rechazo a esta
grosera campaña, al tiempo que advierte que cada agresión del
gobierno colombiano será respondida con medidas muy firmes".
El gobierno venezolano "reitera su llamado al pueblo de Colombia
y a los gobiernos y pueblos de la región, a que juntos detengamos
esta política belicista que pretende convertir a Suramérica toda en
un área de violencia."
Estamos a tiempo de detener la locura guerrerista de la élite que
hoy gobierna Colombia", concluye el comunicado oficial.