.— Un paro cívico
nacional del sector estatal, marchas y tomas de carreteras e
instituciones públicas caracterizan hoy en Honduras la trigésima
tercera jornada de resistencia popular al golpe militar.
La huelga, de 48 horas, fue convocada el domingo último por las
tres centrales sindicales, al término de una asamblea del Frente
Nacional contra el golpe de Estado para adoptar estrategias para la
recuperación del orden constitucional.
A las manifestaciones de hoy y mañana se sumarán los seis
colegios del magisterio nacional, los cuales en una estrategia para
evitar la pérdida del curso escolar, regresan a las aulas los tres
primeros días de la semana.
Los maestros y profesores mantuvieron una paralización durante
tres semanas tras la asonada del 28 de junio pasado.
Durante los tres últimos días, los miembros del Frente cerraron
los accesos de los principales complejos de lujosas y caras tiendas
de la urbe, en repudio a la participación de los empresarios a los
golpistas.
La protesta afectó ayer al Metro Mall, entre cuyos propietarios
se encuentran el ex presidente de origen panameño Ricardo Maduro.
Fuerzas del ejército y la policía antimotines se acercaron a los
manifestantes y causaron momentos de tensión ante el temor de un
nuevo ataque con armas de guerra, evitado por los dirigentes de la
marcha, quienes insistieron en el carácter pacífico de esta.
En tanto, el gobierno de facto prorrogó nuevamente el toque de
queda en el oriental departamento de El Paraíso, sometido al estado
de sitio desde hace seis días, lo cual ha provocado una emergencia
humanitaria en la zona.
Tropas del ejército y la policía mantienen retenes en la
carretera Panamericana camino al puesto de Las Manos, fronterizo con
Nicaragua, para cerar el paso a miles de personas que esperan
reunirse con el presidente Manuel Zelaya, quien prepara su retorno
al país.
La madre de Zelaya, Hortensia Rosales, su esposa, Xiomara Castro,
y la hija del matrimonio Hortensia, se encuentran retenidas en esos
puestos desde el pasado viernes en un azaroso viaje para reunir a la
familia.
Las vigilias populares en la embajada de Venezuela y la emisora
Radio Globo continuaron anoche por sexta jornada consecutiva en un
esfuerzo de protegerlas de acciones de las fuerzas policiales.
Sobre los diplomáticos venezolanos pesa una orden de expulsión,
rechazada por ellos por no reconocer al gobierno de facto, mientras
la radioemisora mantiene una cobertura permanente de la resistencia
popular contra los golpistas.