WOOTTON BASSETT, Reino Unido, 29 de julio.— Miles de personas se
dieron cita en esta pequeña localidad en las honras fúnebres de
cuatro soldados británicos muertos en la agresión a Afganistán, en
medio del creciente malestar por la mayor pérdida de militares allí,
22, en un solo mes, reportó AFP.
Los cuatro soldados murieron en explosiones en la violenta
provincia de Helmand, donde los insurgentes, al verse enfrentados a
miles de uniformados en una indiscriminada ofensiva —causante de la
pérdida de numerosos civiles— cambiaron de táctica y empezaron a
utilizar cada vez más artefactos explosivos improvisados que colocan
en las carreteras.