Personas canarias, cubanas, colombianas, saharauis, venezolanas, bolivianas, peruanas... festejaron por la solidaridad entre los pueblos en la undécima edición de la Fiesta de la Solidaridad Internacionalista que, bajo el lema CON CUBA, VAMOS A MÁS, se celebró en Jinámar (Telde-Gran Canaria) coincidiendo con el 26 de julio, fecha aniversario del asalto al Cuartel Moncada por el grupo rebelde encabezado por Fidel Castro, y como parte de las actividades para conmemorar los 50 años de Revolución en Cuba.

Intervenciones políticas, música en directo, bailes folklóricos, sorteos, comida y bebida sirvieron para animar un día de convivencia, de encuentro solidario y de compromiso antiimperialista.

La Fiesta estuvo organizada por la Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos, que contó con la colaboración de la Asociación de Cubanos Residentes en Gran Canaria, del Consulado de Cuba en Canarias, del PCPC, de la Concejalía de Solidaridad del Ayuntamiento de Telde y de numerosas personas.

Domingo Galván, presidente de la Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos, destacó en su intervención la influencia actual de la Revolución cubana que, para sorpresa de muchos que la daban por condenada al fracaso tras el derrumbe del bloque socialista, se ha extendido en esta última década por varios países de América Latina, que han visto en Cuba un referente a seguir para sus sociedades con el ánimo de liberarse del imperialismo y de conquistar sus segundas independencias, como ya lo hiciera Cuba en 1959.

Dijo que esa influencia cubana en otros países se ha llevado a cabo, principalmente, con el mecanismo de la cooperación internacional. Hoy, los guerrilleros cubanos en el mundo son los médicos y los educadores que tratan de hacer más dignas las condiciones de vida de la gente de los países más pobres.

Agregó que el imperialismo se pone nervioso ante la construcción del ALBA, un bloque regional de contrapoder al imperialismo en América Latina impulsado por Cuba y Venezuela, y al que se van sumando más países, el último, Ecuador, en junio de este año.

También señaló que por eso el imperialismo sigue fomentando el golpismo, como en el reciente caso de Honduras —integrada en el ALBA—, o hace unos años en Venezuela, o lo planee como en Bolivia el pasado año. El imperialismo, principalmente el yanki, va a intentar derribar todo lo que se oponga a sus intereses de dominio mundial y regional, por lo que da igual si la cara del presidente es de un color o de otro, pues solo cambiarán las formas, pero no el fondo. Así nos lo ha demostrado la Historia reciente. Y así lo hemos aprendido del Che, que "al imperialismo, ni un tantico así".

Y no quiso terminar, sin hacer una pregunta: ¿tiene derecho el imperialismo a realizar golpes de Estado por defender sus intereses, pero no tienen los pueblos derecho a realizar revoluciones sociales para cambiar sus condiciones de vida?. Esa es una cuestión a la que debemos responder para situarnos en un lado o en otro. El pueblo cubano, y otros pueblos que hoy se suman a la lucha, ya han respondido a esa pregunta.

Luis Molina, cónsul de Cuba en Canarias, significó como ya se ha ido convirtiendo en una tradición reunirse para celebrar un nuevo aniversario del asalto a los cuarteles Moncada y Carlos Manuel de Céspedes, una vez más, gracias al esfuerzo organizativo de La Plataforma Canaria de Solidaridad con los Pueblos, con el apoyo de la Asociación de Cubanos residente en Gran Canaria, CUBANACAN y de otras organizaciones, personas y autoridades de la Isla, que han contribuido en su preparación.

Destacó que el 26 de julio constituye un momento de especial trascendencia en la historia de nuestras luchas por la independencia. La chispa necesaria, para encender el motor que nos conduciría a la victoria definitiva sobre la oprobiosa dictadura que sumía a nuestro país en el analfabetismo, la pobreza y la represión.

Se refirió a que hoy nos convocan nuevos retos y otros no tan nuevos, como en aquella ocasión se necesita el espíritu rebelde y combativo que ha caracterizado a nuestro pueblo. Cinco valerosos compañeros, que luchaban por proteger a su Patria de las acciones terroristas provenientes del norte, de las que históricamente nuestro pueblo ha sido victima, llevan más de 10 años injustamente encerrados en cárceles norteamericanas.

La solidaridad de todos ustedes —puntualizó— ha sido esencial para llevar hasta aquí la batalla por su liberación y resulta imprescindible, para continuarla.