Los miembros del Frente Nacional contra el golpe de Estado bloquearon durante varias horas el enorme y lujoso complejo de elegantes tiendas Las Cascadas, para -afirmaron- castigar a los empresarios, que apoyan la asonada.

Miles de personas se reunieron inicialmente frente a la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, ocupada esta mañana por estudiantes para respaldar el paro de los seis colegios magisteriales del país.

Luego, hicieron una marcha por el amplio boulevard de las Fuerzas Armadas hasta bloquear las dos sendas de la amplia avenida, a la altura del complejo comercial, que ocupa varias hectáreas, incluyendo estacionamientos.

Los manifestantes cerraron también avenidas circundantes, entre ellas los accesos a la cercana sede de la Corte Suprema de Justicia, a cuyos magistrados los participantes en la demostración acusan de golpistas.

Dirigentes del Frente recordaron que uno de los dueños del centro comercial es el candidato presidencial del Partido Liberal, Elvin Santos, a quien señalan como uno de los autores intelectuales de la asonada militar del 28 de junio pasado.

Israel Salinas, secretario general de la Federación Unitaria de Trabajadores, afirmó a Prensa Latina que con esta acción comienzan a golpear el corazón de los empresarios del país, su bolsillo.

Agregó que en el interior de Honduras se mantienen tomas de carreteras en varios departamentos del norte, centro y oeste, además de instituciones públicas, en demanda del regreso del presidente constitucional, Manuel Zelaya.

Salinas resaltó que el atentado ayer con una bomba contra la sede del sindicato donde habitualmente realiza sus asambleas el Frente Nacional, no logró su objetivo de atemorizar a las fuerzas populares.

Por el contrario, nos ha motivado mucho más a mantener la resistencia pacífica hasta la restitución del orden constitucional, dijo.

El dirigente sindical denunció que el gobierno de facto mantiene bajo estado de sitio desde hace tres días al oriental departamento de El Paraíso, donde varios miles de personas se encuentran retenidas en retenes militares.

Por el corredor carretero que une a la capital con el puesto fronterizo con Nicaragua de Las Manos, a 197 kilómetros al este, miles de personas tratan de reunirse con Zelaya, quien se encuentra del otro lado del límite.