.—
El presidente boliviano, Evo Morales, llamó hoy a acelerar el
proceso autonómico en el país ya que representa más democracia,
recursos y poder local en los departamentos, provincias y
municipios.
Tiene muchas atribuciones deliberativas, fiscalizadoras, y
legislativas, cosas que no tenían las distintas instancias
nacionales y que ahora están plasmadas en la Constitución Política
del Estado, dijo el mandatario durante la inauguración de un
encuentro entre el Ejecutivo y alcaldes en esta ciudad.
Esa reunión fue convocada para debatir sobre la ley marco para la
implementación constitucional de las Autonomías, como parte del
proceso de consulta de la normativa con todos los sectores del país.
Los análisis incluyen los contenidos mínimos de los estatutos
indígenas, y las cartas orgánicas municipales para la puesta en
práctica de la regulación.
Morales criticó a algunas autoridades departamentales que por su
cuenta y amparadas en el proceso autonómico pretendían la
independencia de sus territorios del resto de Bolivia y acabar con
el actual gobierno.
Por eso tenemos la obligación de garantizar legal y
constitucionalmente la ley marco de Autonomías, empezando por los
asentamientos indígenas, los municipios, las regiones, pero
fundamentalmente por los departamentos, manifestó el dignatario.
Subrayó que la reunión con los alcaldes no es para imponer ningún
proyecto legislativo sino una invitación para el debate abierto, en
el cual se pueda aumentar o sacar algunas partes de esa propuesta.
Anunció otros encuentros similares con los movimientos indígenas
y con los prefectos de cada departamento.
La consulta de la ley constituye el paso previo para su
promulgación el próximo año, subrayó con anterioridad el ministro de
Autonomías de Bolivia, Carlos Romero.
Precisó que la idea fundamental de ese proceso es llevar adelante
un conjunto de concertaciones con el fin de lograr una norma
consensuada.
La legislación deberá estar lista para que pueda ser tema
primordial en la primera reunión de la Asamblea Legislativa
Plurinacional, nombre que adoptará el Congreso boliviano tras las
elecciones generales de diciembre próximo.