Tres atentados suicidas contra edificios gubernamentales causaron
hoy la muerte a varias personas en la ciudad de Khost, en el este de
Afganistán.
Los atacantes hicieron estallar los explosivos adheridos a su
cuerpo ante un hospital, una oficina del fiscal y un tribunal de esa
localidad, capital de la provincia homónima, indicó el portavoz del
Ministerio de Defensa Mohammed Zahir Azimi.
Azimi no pudo precisar el número de víctimas provocadas por los
ataques.
Poco después estallaron intensos enfrentamientos, en los que se
emplearon rifles AK-47 y lanzagranadas, en la sede de la policía
local.
Los combates entre la insurgencia y las fuerzas de seguridad
afganas impidieron a la población salir a la calles de la localidad,
donde está enclavada una importante base militar de Estados Unidos.
En otro hecho violento, un soldado de la Fuerza Internacional de
Apoyo a la Seguridad (ISAF), bajo el mando de la OTAN, perdió la
vida cuando su vehículo fue alcanzado por un artefacto explosivo.
Hasta el momento no se especificó la nacionalidad de la víctima
ni el lugar exacto del incidente.
La víspera también pereció un efectivo de la ISAF y varios
rebeldes en enfrentamientos y ataques aéreos llevados a cabo en el
sur del país centro asiático.
Miles de soldados estadounidenses, británicos y canadienses
participan en operaciones militares en el sur y este de Afganistán,
de cara a las elecciones presidenciales y provinciales del 20 de
agosto próximo.
A menos de un mes de los comicios, la violencia ha alcanzado
cifras récord en la nación islámica.
En los últimos meses la provincia de Khost ha sido escenario de
ataques simultáneos contra edificios de gobierno que han provocado
varios muertos y decenas de heridos.