.— La resistencia
pacífica de Honduras protagoniza hoy su vigésima quinta jornada
contra el golpe de Estado, cuando están por agotarse los plazos para
una solución negociada de la crisis.
Junto a las marchas en las calles y otras acciones, el Frente
Nacional contra el Golpe de Estado ultima los preparativos para un
paro general mañana y el viernes próximo, para exigir la restitución
del orden constitucional.
La decisión de incrementar las acciones para demandar también el
regreso del presidente Manuel Zelaya fue acordada en una reunión
nacional de la dirigencia del Frente el pasado domingo.
Los golpistas van a caer, la comunidad internacional los mantiene
aislados y el pueblo se mantendrá en las calles hasta su derrota,
dijo a Prensa Latina Juan Barahona, uno de los principales
dirigentes del Frente.
Recordó que las centrales sindicales acordaron convocar el paro
general para golpear a la oligarquía nacional promotora de la
asonada donde más le duele, en sus bolsillos.
Uno de los dirigentes de los gremios magisteriales de Honduras,
Milton Bardales, recordó que en esos días los docentes reanudarán el
paro antigolpista que mantuvieron durante las tres últimas semanas.
Añadió que en los días de clases, lunes, martes y miércoles, los
maestros buscan motivar a los estudiantes y los padres de familia
para reforzar la lucha por restablecer el Estado de Derecho.
En tanto, esta noche vence el plazo de 72 horas pedido por el
presidente de Costa Rica, Óscar Arias, para intentar nuevamente
encontrar una solución negociada a la crisis desatada por el golpe
militar del 28 de junio pasado.
Las pláticas fracasaron ante la negativa de la delegación del
gobierno de facto de aceptar las propuestas de Arias, que buscaban
el regreso de Zelaya con el compromiso de amnistiar a los golpistas
y el abandono de sus planes de reformas democráticas.
Zelaya aseguró que terminado ese nuevo plazo, ingresará al país
por cualquier frontera para encabezar una caravana de la esperanza
junto al pueblo, derrotar a los golpistas y completar su mandato
para el cual el pueblo lo eligió.