Abel
Prieto, miembro del Buro Político y ministro de Cultura, entregó
ayer el Premio Nacional de Cine 2009 al gran músico cubano Leo
Brouwer, en ceremonia efectuada en la sala Charles Chaplin.
Ese lauro —original diploma escultórico realizado por el artista
Nelson Domínguez— consistió en una guitarra finamente decorada, que
el propio creador develó ante el homenajeado.
El compositor Sergio Vitier, presidente del jurado que otorgó el
galardón, destacó la excelencia artística e integridad de Brouwer,
quien ha dejado en la cultura y el cine una huella perdurable, y es
el compositor de la banda sonora de un centenar de películas,
filmadas en estos 50 años de Revolución.
El agasajado se declaró conmovido por el premio y recordó a sus
relevantes maestros, entre quienes figuran Alejo Carpentier, Nicolás
Guillén y René Portocarrero, además de contemporáneos de la talla de
Antonia Eiriz y Raúl Martínez.
Rememoró, particularmente, la victoria del primero de enero de
1959 y la liberación desencadenada.
Omar González, presidente del Instituto Cubano del Arte e
Industria Cinematográficos (ICAIC), recordó que Brouwer fue
fundador, pedagogo y director artístico del célebre Grupo de
Experimentación Sonora del ICAIC, y es un hombre de cultura
renacentista, moderno, porque no ha dejado de ser un avanzado.