La necesidad de sustituir el 80 por ciento de los árboles
existentes en la ciudad, resaltó Isabel Rusó, jefa de Servicios
Forestales en la capital cubana.
La funcionaria argumentó a la prensa que el envejecimiento los
hace vulnerables a eventos climatológicos y presentan peligros de
desplome, con las afectaciones que ello implica.
Además de la vejez, la hondura de las raíces ha afectado las
aceras, y por ello, los reemplazos serán con especies de poco
calado, pero de gran frondosidad.
Rusó argumentó que el proyecto es costoso y complicado, debido al
número de variantes a tener en cuenta, como la electricidad, redes
hidráulicas, viales y de comunicación, entre otras.
El proceso de sustitución de un árbol, involucra a siete
instituciones estatales por el grado de afectaciones que puede
provocar.
En la actualidad se trabaja en la forestación de carreteras y
anillos periféricos de la ciudad, mediante el proyecto Mi programa
verde.
No obstante el alto nivel de urbanización, más de un siete por
ciento del territorio de Ciudad de La Habana es ocupado por
superficie boscosa, compuesta por 56 variedades arbóreas.
La creación de fincas forestales, cubiertas casi en su totalidad
por especies frutales, intercaladas con maderables, se encuentra
entre las acciones inmediatas ejecutadas para garantizar la
forestación de la provincia.