Las cifras no dejan lugar a dudas: en el período comprendido
entre el 2001 y el 2007 más de 30 países de las Américas notificaron
4 millones de casos de dengue, de los cuales alrededor de 100 000
fueron hemorrágico, y cobró la vida a 1 300 personas.
El pasado 2008 sobrepasó el millón de enfermos, haciendo la
salvedad en estos estimados que la falta de asistencia médica de
millones de seres humanos en nuestra América impide un registro
real.
La actual situación en la región es "extremadamente compleja",
según criterios del Máster en Ciencias Juan R. Vázquez Cangas,
director de la Unidad Nacional de Vigilancia y Lucha Antivectorial
del Ministerio de Salud Pública, derivado del incremento de
infestación del Aedes aegypti en el continente, como consecuencia de
la urbanización desordenada, la falta de saneamiento básico y del
suministro estable de agua que obliga a su tenencia en depósitos,
todo ello favorecido por los cambios climáticos.
En Cuba, dice, aunque el dengue no presenta características
endémicas el riesgo se mantiene latente atendiendo, además, al flujo
continuo de viajeros de todos los rincones del planeta,
particularmente de Latinoamérica, y la presencia en nuestro medio
del vector. Ello nos obliga, dice, a mantener un programa
sistemático de lucha contra el Aedes aegypti y de control de focos,
a fin de evitar el desencadenamiento de epidemias, lo que representa
para el país la erogación de cuantiosos recursos.
En lo que va de este año se han diagnosticado 24 casos de dengue
importado (viajeros enfermos procedentes de otros países), que por
las acciones de control clínico-sanitarias establecidas no han
derivado en brotes locales.
El doctor Vázquez Cangas destaca que no hay sistema de salud en
el mundo capaz de acabar con el dengue sin la participación de la
comunidad, y las medidas que se adoptan siempre tienen que ser
colectivas, vinculadas principalmente con la erradicación de los
criaderos de Aedes aegypti, que están dentro o muy próximos al
domicilio.
Cualquier depósito de agua limpia o relativamente limpia que
permanezca descubierta puede ser el foco a partir del cual se genere
un brote epidémico.
De acuerdo con la información suministrada, ayer los municipios
con mayor infestación del mosquito transmisor eran los de Santiago
de Cuba, Camagüey y Ciudad de La Habana, aunque "ninguna provincia
se puede descuidar".
Más que un virus el dengue es un complejo viral, con cuatro
serotipos distintos, cada uno de los cuales puede producir dengue y
dengue hemorrágico.
La enfermedad se expresa por fiebre, muchos dolores en el cuerpo
(de ahí quizás el calificativo de rompehuesos), a veces con erupción
cutánea (rash). A diferencia de la gripe, el dengue no tiene
manifestaciones respiratorias, como rinitis (inflamación de las
mucosas de las fosas nasales) o tos, sino digestivas: vómitos y
dolor abdominal. Puede haber sangramiento y la muerte sobrevenir por
shock.