.— El movimiento popular de
Honduras afirmó hoy que son innegociables para la solución de la
crisis el regreso incondicional del presidente, Manuel Zelaya, y la
convocatoria a una asamblea constituyente.
En las primeras reacciones sobre propuestas del mediador, el
presidente de Costa Rica, Oscar Arias, dirigentes sociales
aseguraron que por esos objetivos el pueblo ha luchado durante 20
días consecutivos en las calles tras el golpe militar del 28 de
junio pasado.
Noticias publicadas por el diario Tiempo, indican que Arias
propondrá mañana en una ronda de conversaciones la constitución de
un denominado gobierno de reconciliación nacional que incluya a
miembros del régimen de facto.
Una coalición con ministerios clave que habría que ver cuáles
son, entre ellos Finanzas, Seguridad, Interior o Gobernación,
sugirió, precisa el periódico, citando declaraciones de Arias a la
Radio Monumental de su país.
Tal posibilidad fue rechazada por Carlos Eduardo Reina, dirigente
de las bases del Partido Liberal, integradas al Frente Nacional
contra el Golpe de Estado, quien aseguró que la derrota de los
golpistas está cada vez más cercana.
Salvador Zuñiga, del Consejo Cívico de Organizaciones Populares e
Indígenas (COPINH), sostuvo que la solución a la crisis desatada por
el golpe militar no puede estar condicionada a impedir la
convocatoria a la Asamblea Constituyente.
Hay señales de que este gobierno de facto no puede aguantar mucho
más, subrayó Reina, quien recordó que ayer la resistencia pacífica
del Frente Nacional paralizó el país, con bloqueos carreteros que
continúan este viernes.
Precisó los asuntos que el movimiento popular no negociará: el
regreso incondicional del presidente Zelaya y la convocatoria a una
Asamblea Constituyente que introduzca cambios sustanciales para
construir una nueva nación.
Después que los hemos derrotado en las calles (a los golpistas),
en el mundo, pretenden despojar al presidente (Zelaya) de la razón y
eso no lo vamos a permitir, dijo.
Arias comenzó una mediación con el apoyo de Estados Unidos en la
grave crisis política desatada por la ruptura del Estado de derecho
por el golpe militar y la instalación de un gobierno de facto.
Sus propuestas, según lo publicado por el diario Tiempo, incluyen
una amnistía para los golpistas y el presidente Zelaya, por
acusaciones que el gobierno de facto presentó después de la asonada.
La segunda ronda de conversaciones está prevista para mañana en
San José de Costa Rica, con participación de representantes de
Zelaya y del régimen castrense.