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La polémica desatada por el nombramiento de uno de sus legisladores
de la coalición conservadora Unidad Nacional (UN) como ministro
agrava hoy la crisis, para muchos terminal, de ese frente en Perú.
La controversia que vive UN, formación minoritaria con 12 escaños
en el Congreso, tiene como protagonista al legislador Martín Pérez,
quien el pasado fin de semana juró como ministro de Comercio
Exterior, pese a que la coalición es formalmente opositora.
La actitud de Pérez fue criticada por el parlamentario Javier
Bedoya, miembro de esa bancada y vicepresidente del Partido Popular
Cristiano (PPC), grupo conservador y principal socio de la
coalición.
Según Bedoya, Pérez se autoexcluyó de UN al aceptar entrar al
gobierno, pese a integrar una bancada opositora y aclaró que no
recibió autorización del bloque para integrarse al ejecutivo.
Mientras el nuevo ministro alega que aceptó entrar al gobierno
porque fue elegido como independiente invitado, el vocero
parlamentario de UN, Luis Galarreta, desautorizó a Bedoya al señalar
que esa bancada no fijó ninguna posición sobre el caso.
Al pasarse a la otra vereda, al asumir un cargo ministerial y
formar parte del Gobierno, Pérez incurrió por propia decisión en una
actitud incompatible, y se excluye, reiteró Bedoya sobre el nuevo
ministro, ligado al poderoso grupo empresarial Romero.
Bedoya lamentó de otro lado que el gobierno, en lugar de tratar
con la Unidad Nacional o con el PPC un acuerdo político de
integración al ejecutivo, haya preferido una vez más diezmar las
filas de un grupo opositor.
La coalición está integrada además por los grupos Solidaridad
Nacional y Renovación, con fuertes lazos con el gobierno, que
mantiene una especie de alianza con el primer grupo y su jefe, el
alcalde conservador de Lima, Luis Castañeda.
Además, el líder de Renovación, Rafael Rey, está firmemente
identificado con el gobierno y la semana pasada asumió el cargo de
ministro de Defensa. Antes fue titular de la Producción y brevemente
embajador en Italia.
Por lo demás, las posiciones fundamentales de UN y sus socios, de
defensa del modelo neoliberal vigente desde la década pasada, son
mantenidas desde el poder por el gobierno y por el grupo, también
minoritario, de seguidores del ex presidente Alberto Fujimori.