.— El gobierno de Barack Obama
debería abrir amplias investigaciones sobre las ilegalidades de la
administración de George W. Bush, como única manera de impedir que
vuelvan a repetirse, exige hoy The New York Times.
Torturas, espionaje interno y planes de asesinatos selectivos son
pruebas de lo sabido durante años; el anterior ejecutivo ignoró o
rompió repetidamente la ley en nombre de la seguridad nacional,
advierte un editorial del influyente diario.
De acuerdo con el rotativo, una vez que el equipo de Bush se
acostumbró a burlar las normas y tales prácticas pasaron a ser
procedimientos operativos.
Ordenar la tortura de prisioneros, enviar inocentes a sufrir
maltratos en otros países y crear prisiones secretas carecen de
justificación, afirma.
Según el Times, falta mucho por conocerse de las acciones
cometidas luego de los atentados del 11 de septiembre de 2001 en
Nueva York y Washington, aunque está clara la ruptura de las leyes
una tras otra.
Dos cosas resultan evidentes. La primera, Bush y sus más cercanos
colaboradores sintieron pánico por los citados ataques, y la
segunda, el ex vicepresidente Richard Cheney y sus ideólogos sacaron
provecho del temor sembrado en los norteamericanos para imponer una
agenda, aseguró.
Sin embargo, Obama insiste en descartar pesquisas en torno a la
conducta del gobierno saliente.
Para el periódico neoyorquino, es hora de cambiar de postura y
promover investigaciones.