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Los bolivianos recuerdan hoy a las víctimas del golpe de Estado de
Luis García Meza, en 1980, con un rechazo total a las dictaduras
militares que reprimieron al pueblo y empobrecieron a la nación
andina.
El ex defensor del Pueblo, Waldo Albarracín, dijo a Prensa Latina
que la fecha debe servir además para continuar la obra de
importantes activistas de los derechos humanos, como Marcelo Quiroga
Santa Cruz, asesinado y desaparecido en aquella asonada militar.
Albarracín destacó además que se hace justicia con la llegada a
La Paz del ex represor y ministro del interior, Luis Arce Gómez,
deportado de Estados Unidos para cumplir aquí una condena de 30 años
sin indulto por crímenes de lesa humanidad.
Los bolivianos honestos debemos ser inclaudicables en la lucha de
Quiroga Santa contra la corrupción, el egoísmo, el separatismo, las
conductas autoritarias y fortaleciendo la democracia, remarcó.
Por su parte, el presidente de la Asamblea Permanente para los
Derechos Humanos de Bolivia (APDHB), Rolando Villena, dijo que las
dictaduras truncaron sueños de hombres y mujeres, al segarle la vida
a miles de sus seres queridos y a otros cuyo paradero es incierto.
"Esas y muchas otras preguntas no pueden quedar en el papel,
porque es parte de nuestra historia como seres humanos y como
bolivianos, agregó.
También el dirigente de la Central Obrera Boliviana (COB), Sócimo
Paniagua, manifestó que es doloroso el hecho de que los restos de
Quiroga Santa Cruz, líder del Partido Socialista, no hayan sido
encontrados.
Tampoco se ha esclarecido la desaparición de otros compatriotas a
29 años del golpe de García Meza, opinó.
Aquel 17 de julio de 1980, en la sede de la COB, también
arrestaron y luego asesinaron a Carlos Flores y Gualberto Vega,
recordó.
El retorno y encarcelamiento de Arce Gómez en una prisión de
máxima seguridad, abre esperanzas en los bolivianos de que pueda
señalar lugares donde se encuentren los retos de cientos de
desparecidos de las dictaduras militares.
Tras ser entregado a las autoridades, el presidente Evo Morales
afirmó que esas etapas de represión popular no fueron ni serán
solución para los problemas del continente.
Tanto el pueblo boliviano como del resto de Latinoamérica debe
comprender que esos sistemas de imposición no son viables, deben
terminar, subrayó Morales.
El dignatario recordó cómo en periodos de dictaduras en Bolivia,
principalmente en la de García Meza, no se respetaban los derechos
humanos ni la libertad de prensa, y pululaban los negocios turbios.