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especial
BAJA
CALIFORNIA, MÉXICO.—Vistos los tres rivales de Cuba en esta fase
eliminatoria del Campeonato Mundial Juvenil (f) de voli se puede
afirmar que poseen una calidad muy pareja en su juego, aunque las
antillanas las superan en fuerza.
Y cuando decimos fuerza hablamos del ataque y el servicio.
Ninguno de esos tres contrincantes (Bulgaria, Turquía y Estados
Unidos) enseñó un saque tan potente como el de Giselle de la Caridad
Silva, Joanna Palacios (ambos con salto) y el de la capitana del
elenco Wilma Salas, quien sabe dirigirlo hacia cualquier zona del
terreno.
Salas probó en el debut victorioso contra Estados Unidos que es
la voleibolista más asentada del elenco. No pierde la concentración
a lo largo de todo el encuentro, en tanto desde su posición de
atacadora auxiliar golpea desde ambos extremos de la net sobre
cualquier pase. No exige exclusividad, cuando le sirven el balón, lo
mismo remata las bolas altas, rasantes, las pegadas o las distantes
de la malla. Contar con una jugadora de esas condiciones es una
garantía, si sabe conducirse en el futuro podría alcanzar un nivel
similar al exhibido por Mireya Luis y Yumilka Ruiz en sus mejores
tiempos.
El equipo, que solo tuvo como preparación para este Mundial una
visita a Perú y los Juegos ALBA efectuados en La Habana, acusa
todavía cierta inestabilidad en el rendimiento. Por momentos se le
desorganiza la defensa y las muchachas quedan un poco detenidas en
la cancha.
Han asumido el sistema 5-1, en el que la acomodadora Lilianny
Marsillán debe conjugar mejor el quehacer por los extremos con el
ataque por el centro de la net, donde tiene a Silva, una joven capaz
de aprovechar al máximo la corrida sobre pase corto. Esa arma ningún
elenco del mundo la detiene, debido a la rapidez del movimiento y el
escaso tiempo de reacción que tienen los bloqueadores para
agruparse. En cambio, Marsillán utilizó con sagacidad frente a
Estados Unidos la finta de la pasadora si se encontraba en una
posición incómoda para hacer el envío.
El Mundial es una competencia que al concluir su primera fase
(tan solo en tres partidos) deja definidos los ocho cuadros listos
para luchar por las medallas, mientras los otros ocho del segundo
nivel pelearán por los puestos sotaneros. De ahí la importancia de
asegurar cada desafío. Cuba sabe que existen varios elencos
encumbrados desde hace años en esta categoría, como son Brasil (seis
veces titular) y China, que en esta oportunidad atravesó el Niágara
en bicicleta antes de vencer 3-2 a la República Checa en su debut.
Las antillanas deben superar a Turquía y a Bulgaria si desean
concluir como punteras de su grupo C. Para la siguiente etapa del
evento, en la que los 16 participantes aspiran a incluirse en el
paquete de vanguardia, clasifican las dos primeras selecciones de
cada uno de las cuatro zonas.