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La viceministra cubana de Educación Superior Aurora Fernández dijo
hoy aquí que su país reitera el reconocimiento de la enseñanza a
este nivel como un bien público social, un derecho humano y
universal y un deber de Estado.
Mencionó la necesidad de avanzar hacia la democratización de la
misma para que todos los ciudadanos tengan real acceso a ella en
todas partes del mundo.
Durante una intervención en la Conferencia Mundial de Educación
Superior, que culmina este miércoles en la sede de la UNESCO, la
funcionaria señaló que el ideal de calidad de esta enseñanza debe
incorporarse a la pertinencia social.
Añadió que la misma debe comprometerse con la formación humanista
e integral de los ciudadanos e indicó que la Educación Superior
necesita de la cooperación internacional basada en la solidaridad.
Citó como durante décadas, Cuba contribuyó con el avance en este
sector en numerosos países del mundo.
En estos momentos, 30 mil 961 alumnos provenientes de 126
naciones hermanas estudian una carrera universitaria en nuestras
instituciones como becarios del gobierno y el pueblo cubano,
expresó.
Agregó que de ellos 23 mil 917 se preparan como médicos
instruyéndose en el ejercicio de la solidaridad y el compromiso
social.
La viceministra significó que 29 mil 039 jóvenes ya se graduaron
como profesionales en la Isla, 45 por ciento de países del África
subsahariana y 44 por ciento de América Latina y el Caribe.
Un alto por ciento de ellos proviene de las familias más
humildes, de los sectores poblacionales y grupos étnicos más
marginados y olvidados en sus países respectivos, adicionó en su
discurso.
Al término de su intervención, la vice titular insistió que el
principio de la Educación Superior como un bien público social, un
derecho humano y universal y un deber de Estado, debe quedar
registrado en la Declaración Final de la Conferencia Mundial.