— La endeble economía hondureña,
la segunda más pobre de Centroamérica, está hoy a merced de la
crisis constitucional y del gobierno de facto que gobierna el país,
después de destituir al legítimo presidente Manuel Zelaya.
Observadores y funcionarios del gobierno depuesto ya afirmaron
que la difícil situación política impactará de manera severa en la
economía de esa nación, cuyo nivel de deterioro dependerá de la
agudización de la situación generada por el golpe de Estado.
Antes de la asonada, y como resultado del debilitamiento de la
economía mundial, se proyectaba un crecimiento del dos por ciento
del Producto Interno Bruto para 2009, luego de que el año pasado el
índice se ubicó en cuatro por ciento.
Honduras es el segundo país más pobre de Centroamérica y el
tercero de América Latina, después de Haití y Nicaragua, por lo que
el aislamiento decretado por la mayoría de la comunidad
internacional y la suspensión de créditos de los organismos
económicos supondrá un serio aprieto para el presidente de facto
Roberto Micheletti.
Pero en su recorrido presidencial, Zelaya había alcanzado un
balance positivo: la situación económica había mejorado, cerca de
cuatro mil millones de dólares de deuda externa fueron condonados y
los nuevos recursos de que disponía el Gobierno ya hacían sentir sus
efectos en la lucha contra la pobreza, reducida un 6,5 por ciento.
Además estaba en marcha una amplia campaña de reforestación, con
implicaciones positivas sociales y en el mercado laboral.
Asimismo, se respiraba un mayor desahogo financiero con la
llegada de combustible al país mediante el proyecto Petrocaribe y su
inclusión en varios proyectos de la Alianza Bolivariana para los
Países de Nuestra América (ALBA), a la cual Honduras entró en julio
de 2008.
Tales avances están hoy en peligro, la economía hondureña puede
afectarse por los esfuerzos internacionales destinados a aislar y
presionar al gobierno interino para que devuelva el poder a Zelaya
como presidente constitucional.
La ayuda y los créditos se han reducido, existe una amenaza de
sanciones comerciales y el presidente venezolano Hugo Chávez cortó
el suministro de petróleo a Honduras poco después del golpe de
Estado.
El Foro Social de Deuda Externa y Desarrollo de Honduras advirtió
incluso que el bloqueo fronterizo impuesto a Honduras desde las
primeras horas afectaría la integración comercial de Centroamérica,
cuyos efectos -consideró- eran desastrosos también para sus vecinos.
Cálculos de la Federación de la Empresa Privada de Centroamérica,
precisan que a través de los límites con Honduras se mueven
diariamente unos seis millones de dólares, además de servir de
tránsito para el comercio exterior hacia el Caribe y Europa.
Por tal sentido el presidente de la Cámara de Comercio de Costa
Rica, Julio Ugarte, se lamentó de que acciones políticas perjudiquen
no solo a los ciudadanos, sino también a la economía y al comercio
regional.
Adicionalmente el Banco Interamericano de Desarrollo, el Fondo
Monetario Internacional y el Banco Mundial, suspendieron
temporalmente su asistencia financiera y el desarrollo de proyectos
en varios sectores.
Tales medidas pueden costar al país entre 300 y 450 millones de
dólares, según advirtió la ministra de Hacienda del depuesto
gobierno, Patricia Santos, en la recién celebrada II Reunión de
Ministros de Finanzas de América Latina.
Santos justificó la medida por la ilegitimidad de las nuevas
autoridades, aunque reconoció que la crisis política se ha sumado a
la crisis económica global que golpea muy fuerte a la nación
centroamericana.
Precisó que Honduras llevaba una senda positiva con crecimientos
del seis por ciento en 2006 y 2007, ritmo que se redujo a un 4,3 por
ciento el 2008 con los primeros efectos de la contracción mundial.
Este año, recordó, las previsiones marcaban un incremento del
Producto Interior Bruto del dos por ciento, lo cual ha quedado en la
incertidumbre tras el golpe que sustituyó a Zelaya, que incidirá
también en la entrada de remesas de los inmigrantes y las
exportaciones, que incluyen café, bananas y madera.
La titular de Hacienda calificó de muy valiosa la ayuda recibida
de esa nación mediante la iniciativa Petrocaribe y dijo que por
varios mecanismos incluidos en el ALBA, Honduras ha recibido unos
130 millones de dólares, sin que ello signifique una intromisión
política.
Santos destacó que Brasil y Colombia tienen programas para la
construcción de varias plantas hidroeléctricas y para producir
biodiesel en su país.
Entre tanto, la Unión Europea resolvió sacar a la nación
centroamericana del proceso de negociaciones de un acuerdo de
asociación, que se establecerá el próximo año con los países de
Centroamérica.
Honduras podría perder, además, más de 100 millones de dólares de
asistencia enviados por Estados Unidos, si la Casa Blanca clasifica
oficialmente la salida de Zelaya como un golpe de Estado, lo que
conllevaría otra suspensión.
Los efectos inmediatos, indicaron expertos, serán en general el
aumento en los índices de pobreza y el desempleo por la fuga de
capitales y la falta de inversiones.