WASHINGTON,
7 de julio.— El presidente constitucional de Honduras, Manuel
Zelaya, aceptó hoy la mediación del mandatario costarricense, Oscar
Arias, para terminar el régimen de facto instaurado en ese país
luego del golpe de Estado del 28 de junio último.
Aceptamos la interlocución de Oscar Arias, señaló Zelaya durante
una rueda de prensa, poco después de reunirse en esta capital con la
secretaria norteamericana de Estado, Hillary Clinton, y otros
funcionarios de la administración de Barack Obama.
De acuerdo con el mandatario hondureño, no se trata de una
negociación ni de una traición a los miles de hondureños desplegados
en las calles para rechazar la asonada y demandar el regreso del
gobernante legítimo.
Hay cosas que no se negocian como el restablecimiento de la
democracia y el retorno al cargo del presidente depuesto. La
restitución del gobierno no está en juego, no traicionaré al pueblo
que está en las calles, afirmó.
Para el dirigente, su postura no significa dejar solo al pueblo
en su reclamo, sino más bien representa la búsqueda de una salida a
la situación creada por los golpistas.
El orden y la democracia fueron violentados y el retorno de la
paz pasa por la restitución del gobierno electo, ratificó.
Según explicó, los detalles del diálogo serán discutidos con
Arias, para lo cual viajará mañana a Costa Rica. Este martes, el
gobernante de facto de Honduras, Roberto Micheletti, aceptó la
mediación.
La jefa del Departamento de Estado norteamericano, Hillary
Clinton, se reunió este martes con Alberto Federico Ravell, director
del canal Globovisión, y el ex embajador venezolano en El Salvador
durante los años ochenta, Leopoldo Castillo, quien conduce un
programa en ese canal.
Castillo, apodado "el mataduras", ha sido acusado en numerosas
ocasiones de tener profundos vínculos con la ultraderecha
salvadoreña en los años ochenta, la que, usando grupos paramilitares
y a los propios militares de ese país, asesinó y desapareció a
cientos de personas, incluyendo a representantes de la Iglesia
Católica que apoyaban o simpatizaban con los sandinistas. El más
conocido de todos es monseñor Oscar Arnulfo Romero, asesinado el 24
de marzo de 1980.
Respecto al expediente de Castillo y Ravell en los últimos diez
años, el pueblo venezolano ya conoce la abierta participación y
liderazgo de Globovisión en el golpe de Estado de abril del 2002, en
el paro golpista de 63 días del 2002 y 2003, en las "guarimbas" o
protestas violentas del 2004, y en otros numerosísimos eventos de la
vida reciente venezolana. El canal que dirige Ravell tiene varios
expedientes abiertos por amenazar la vida del jefe de Estado, Hugo
Chávez Frías.