SANTIAGO
DE CUBA.-— El homenaje a la rebeldía esclava en el Caribe y
Latinoamérica se realizó en las inmediaciones del Monumento al
Cimarrón, histórico obelisco del poblado de El Cobre que incluye a
Cuba dentro del Programa La Ruta del Esclavo que auspicia el Fondo
de Naciones Unidas para la Educación, la Ciencia y la Cultura.
La simbólica ceremonia rindió tributo al primero y más activo de
los focos rebeldes protagonizados por los negros africanos en Cuba.
También pasó revista al proceso de transculturación y a los
crímenes cometidos en la región a raíz de la conquista.
Entre cantos, toques y evoluciones danzarias —realizadas por el
coro Voces del Milagro, el Cabildo de la localidad y otras
agrupaciones folclóricas de varias provincias— se desarrolló la
velada, que recordó las denuncias del escritor uruguayo Eduardo
Galeano en su libro Las venas abiertas de América Latina.
El Monumento al Cimarrón se yergue en la cima de la Loma de los
Chivos, de la localidad de El Cobre, que durante la colonia
trascendió por ser el primer yacimiento donde la metrópoli comenzó
la explotación del mineral de igual nombre en América.
Su creador es el destacado escultor Alberto Lescay, director de
la Fundación Caguayo para las Artes Monumentales y Aplicadas, quien
asegura que la obra muestra al cimarrón como una figura indeleble,
que preserva su mensaje de paz, unidad y vida.
Como parte de las actividades de la Fiesta del Fuego fue
inaugurado un mural alegórico a la esclavitud y el taller científico
Visión Común, que ahonda en el mensaje audiovisual que signa la vida
de los pueblos caribeños y latinoamericanos.