"Los pronósticos se confirmaron. Evitamos la guerra y con ello la ganamos". Así sintetizó Raúl el extraordinario esfuerzo desplegado por nuestro pueblo para fortalecer la defensa del país, desde los primeros meses del año 2003 hasta el presente.

“Sin preparación no se puede pensar en victoria”, afirmó Raúl. Llamó a evitar la rutina y utilizar con creatividad lo aprendido.

Ese fue el principal tema abordado por la reunión ampliada del Consejo de Defensa Nacional, que presidida por el General de Ejército Raúl Castro Ruz, Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros, sesionó la pasada semana en la sede del Ministerio de las Fuerzas Armadas Revolucionarias.

El análisis confirmó, una vez más, la vigencia del principio expresado por el compañero Fidel el 18 de diciembre de 1991: "La defensa no la descuidamos ni un instante".

El General de Ejército Raúl Castro visitó a combatientes de la reserva durante su período de preparación en condiciones de campaña y en composición de pequeñas unidades.

Ratificaba una idea vigente desde el nacimiento mismo de la Revolución, en momentos en que el país enfrentaba un serio y creciente peligro de agresión militar directa por parte de las fuerzas armadas de los Estados Unidos, luego de la desintegración de la URSS.

Algo más de una década después, el creciente guerrerismo de la administración Bush aprovechó la histeria desatada tras el acto terrorista contra las torres gemelas en Nueva York, para declarar su propósito de atacar "oscuros rincones del mundo".

La preparación de combatientes de la reserva y milicianos, a partir de julio del 2006, se ha desarrollado mediante la Operación Caguairán.

El gobierno norteamericano de entonces arreció hasta el absurdo el bloqueo económico, la guerra ideológica y el resto de las agresiones contra Cuba, e incluso insinuó una acción militar directa.

Al intervenir acerca del tema, Raúl recordó el episodio narrado en uno de sus libros por el agudo investigador estadounidense Bob Woodward, sobre la pregunta que luego de la invasión a Iraq, Bush realizara a un alto oficial norteamericano de si quería "ir a Irán". El aludido contestó que prefería "ir a Cuba, donde el ron y el tabaco son mejores y las mujeres más bellas". "Acertaste, tienes a Cuba", fue la respuesta del entonces Presidente norteamericano.

Pudiera parecer una broma de mal gusto, pero el mismo autor relata en otra de sus obras: Bush at war (Bush en guerra), que en una reunión del Consejo de Seguridad Nacional, el secretario de Defensa Rumsfeld propuso, con la anuencia del vicepresidente Cheney, realizar un ataque masivo contra Cuba. Agrega que Bush no solo coincidió con lo planteado, sino que pidió una propuesta detallada en un breve plazo.

"Fue uno de los momentos más peligrosos que ha vivido nuestro país, después de la crisis de los cohetes en 1962", afirmó el Presidente de los Consejos de Estado y de Ministros.

La modernización del armamento y los medios de combate persigue adecuarlos a nuestras concepciones de empleo.

Dicha situación motivó que el Pleno extraordinario del Comité Central del Partido, realizado el 15 de julio del año 2003, decidiera incrementar y acelerar las medidas dirigidas a fortalecer la defensa del país en todos los órdenes, a partir de un enfoque novedoso, racional y realista. Tres años después, el primero de julio del 2006, el V Pleno constató los resultados obtenidos, ratificó y perfeccionó la estrategia trazada.

El profundo balance crítico de lo alcanzado desde entonces y de las proyecciones para el trabajo futuro, constituyó el objetivo central de esta reunión ampliada del Consejo de Defensa Nacional.

Ha sido, como señaló el Segundo Secretario del Partido, la continuidad de un proceso de casi 30 años, en que se ha consolidado y perfeccionado una doctrina militar basada en la concepción de la Guerra de Todo el Pueblo.

Asistieron miembros del Buró Político, del Secretariado del Comité Central, los primeros secretarios de los comités provinciales del Partido, a su vez presidentes de los consejos de defensa de sus respectivas provincias, y otros dirigentes partidistas.

Participaron también funcionarios del Estado y del Gobierno, junto a jefes principales de las Fuerzas Armadas Revolucionarias y el Ministerio del Interior, así como dirigentes de la UJC y las organizaciones de masas y sociales.

En el análisis sobresalen los resultados alcanzados en la preparación de los combatientes de las tropas regulares, tanto en activo como de la reserva, y de las Milicias de Tropas Territoriales.

En dichos logros resultó decisiva la Operación Caguairán, iniciada a mediados del año 2006. Es una concepción que, como afirmó el General de Ejército Raúl Castro, llegó para quedarse, pues ha significado un salto cualitativo que se traduce en mayor efectividad y especialización en la instrucción, superior cohesión de las pequeñas unidades, solidez en la preparación de los jefes y oficiales, así como más racionalidad en el empleo del tiempo y los recursos.

Tomando en consideración que los concentrados de preparación y reuniones de estudio previstos en la Operación Caguairán, junto al cumplimiento del Servicio Militar Activo, son actualmente las formas fundamentales de preparación de los combatientes de la reserva y milicianos, se irán ajustando los planes de realización de los Días de la Defensa para dar prioridad a las actividades dirigidas a asegurar la movilización, las acciones de los órganos de dirección y entidades en situaciones excepcionales, la protección de los ciudadanos y otras no vinculadas directamente a la lucha armada.

Al respecto, Raúl expresó que aunque se ha avanzado, algunos Días de la Defensa aún presentan viejas deficiencias o en otros casos no se ha informado suficientemente a la población sobre los cambios introducidos, cuestiones que generan insatisfacción en los ciudadanos. Insistió en lograr un correcto empleo de este aporte que el pueblo hace de su tiempo libre.

También hay importantes resultados en la capacitación de dirigentes y funcionarios, en temas de la preparación para la defensa nacional y territorial. Hubo consenso en que la misma influye positivamente, incluso en la labor que estos compañeros realizan en tiempo de paz.

Basta un dato para ilustrar la magnitud de cuanto se ha hecho en la preparación del personal: para julio del próximo año, cerca de un millón de cubanos habrá recibido la capacitación requerida en la etapa que se evalúa, mediante la Operación Caguairán y otras vías establecidas.

Se reconoció que en el logro de esos propósitos y en el perfeccionamiento de los planes para enfrentar situaciones excepcionales, incluida la agresión militar, ha sido determinante el trabajo desarrollado por las diferentes instancias del Partido y del Gobierno, en particular por los Consejos de Defensa, así como el apoyo de la UJC y las organizaciones de masas y sociales.

Durante la evaluación de las tareas cumplidas en interés del acondicionamiento ingeniero del teatro de operaciones militares, el General de Ejército Raúl Castro insistió en la importancia de reactivar la voluntad hidráulica y la forestal, promovidas por Fidel desde los primeros años de la Revolución y que han permitido alcanzar resultados concretos, pero aún insuficientes sobre todo en la repoblación forestal.

Recordó que empresas constructoras de las FAR trabajan actualmente en grandes túneles que horadan las montañas orientales, como parte de las obras que permitirán enfrentar futuras sequías trasladando agua, incluso de unas provincias a otras.

Orientó promover la educación ambiental y la siembra de árboles entre niños y jóvenes, como forma de contribuir a preservar la naturaleza y fomentar el amor hacia ella. Señaló que plantar árboles maderables y frutales constituye una necesidad por múltiples razones.

Insistió igualmente en lo imprescindible que resulta incrementar la producción de los alimentos que permitan nuestras condiciones, tarea decisiva desde el punto de vista económico y garantía de vida para nuestro pueblo en cualquier situación extrema. "¡Hay que virarse para la tierra!", ratificó, y llamó a crear las condiciones necesarias para hacerla producir, a partir de nuestras posibilidades reales. Recordó que el desarrollo económico constituye un factor determinante para alcanzar una elevada capacidad defensiva.

Afirmó que una defensa fuerte obviamente requiere invertir recursos, lo que se hará con racionalidad y eficiencia. Añadió que nuestro pueblo sigue siendo fiel al precepto martiano: "La libertad cuesta muy cara, y es necesario o resignarse a vivir sin ella o decidirse a comprarla por su precio".

En varias intervenciones en el transcurso del análisis, el Segundo Secretario del Partido insistió en la importancia de mantener el esfuerzo en la defensa.

Afirmó que nuestra capacidad de cobrar un precio impagable al agresor es uno de los factores que sustentan la invulnerabilidad militar. No obstante, recordó que esta, una vez alcanzada, solo puede mantenerse con su constante perfeccionamiento. Por tanto, el fortalecimiento de la defensa debe ser una tarea permanente, vinculada estrechamente con el desarrollo económico del país.

La reunión constató los avances en el restablecimiento, preservación, modernización y producción de armamento y otros medios de combate. También se han desarrollado simuladores de elevada tecnología, entre ellos de conducción de medios de transporte, blindados, aéreos y navales, así como para el tiro de tanques, armas de infantería y de defensa antiaérea. Todos ellos garantizan una instrucción efectiva con un considerable ahorro de recursos.

Se destacó que en alcanzar dichos logros fue determinante el aporte de un numeroso grupo de científicos, especialistas y obreros de las entidades de las FAR responsabilizadas con esta importante tarea, en estrecha coordinación con el resto de las instituciones del país, que igualmente han hecho una decisiva contribución.

Raúl dedicó sus últimas palabras a reconocer el esfuerzo de todos los protagonistas de estas y muchas otras tareas anónimas, en aras del fortalecimiento de la capacidad defensiva del país.