Lázaro explica que tienen a todos los animales estabulados, y
señala algunas de las ventajas: el ganado permanece en un mismo
lugar, solo sale a tomar el sol un rato, así no gasta energía
buscando alimento y lo mantenemos controlado.
A unos pocos metros de la vaquería practican la lombricultura en
tres ranchones. Allí producen anualmente 1 000 toneladas de humus de
lombriz, que han permitido disminuir en un 70% el uso de los
fertilizantes químicos. También emplean los residuos de cosecha para
mejorar los suelos.
Muy cerca sembraron cinco hectáreas de kingrass, que ya tienen 12
meses. No tienen riego, pero la atención ha sido esmerada, y hoy
lucen impresionantes. Las semillas las trajeron de Bauta, y
actualmente abastecen de simientes a varias empresas y productores.
El área del módulo pecuario (una caballería) está diversificada
pues "la ganadería siempre tiene menos ingresos que la producción
agrícola. ¿Cómo hacer entonces que quienes trabajan allí ganen un
salario similar a los demás? Una de las ideas fue plantar flores,
que aportan casi 1 000 pesos por encima del salario de cada uno. En
esa zona sembraron, además, mango, plátano, cereza, piña, calabaza,
limón y soya.
Cuando preguntamos a Lorenzo Acosta, jefe de la vaquería, cuál es
su trabajo, responde: "Yo hago de todo, ordeño las vacas, corto y
muelo la hierba, echo comida a los animales, atiendo el kingrass,
las flores... y al final de mes recibo casi 3 000 pesos de salario."