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Miles de simpatizantes del presidente hondureño, Manuel Zelaya,
retornaron hoy a las calles de San Pedro Sula para exigir la
renuncia del gobierno de facto encabezado por Roberto Micheletti.
Los manifestantes salieron en masa a demandar la restitución de
Zelaya, a pesar de que las Fuerzas Armadas y la Policía Nacional los
reprimieron con golpes y gases lacrimógenos.
Erasto Reyes, dirigente del Bloque Popular, informó a Prensa
Latina que las agresiones de las fuerzas represivas han dejado hasta
el momento un saldo de un muerto y más de 60 heridos.
Pero, aún con la represión, estamos dispuestos a llegar hasta el
final. No somos un pueblo sumiso ante una violación a la
Constitución y a los derechos humanos, reafirmó Reyes.
A diferencia de los días anteriores, cuando se mantuvieron en el
centro, esta tarde, los manifestantes recorrieron varias manzanas de
esta ciudad hondureña con pancartas que decían Fuera Golpistas y
Queremos a Mel (presidente Zelaya).
En la marcha de esta tarde se observaron decenas de automóviles
que acompañaban a los manifestantes que caminaron por las calles
bajo la mirada amenazante de los hombres de uniforme verde y azul
camuflado.
El parque central, de donde fueron expulsados violentamente el
jueves, permanecía controlado por alrededor de un centenar de
hombres armados, entre soldados y policías.