La ofensiva de los golpistas trata de contener la creciente movilización popular que se alista para acompañar al presidente, Manuel Zelaya, quien anunció que retornará mañana sábado.

Continúan los retenes en las vías de acceso a esta capital, las detenciones arbitrarias e incluso el retiro del documento único de identidad a campesinos, indígenas y trabajadores que venían en autobuses rumbo a Tegucigalpa para sumarse a la protesta.

El representante del Bloque Popular, Juan Barahona, aseguró que "nada detendrá la lucha contra el régimen de facto, en apoyo a Zelaya y por el restablecimiento del orden constitucional".

En las cercanías de la Universidad Pedagógica Nacional Francisco Morazán, ilustró, pensamos concluir este viernes una gran movilización, aunque la zona ya está totalmente militarizada al igual que otras áreas de Tegucigalpa.

Desconocemos lo que pueda suceder; nosotros mantenemos la resistencia cívica, de carácter pacífico, pero tropas de las fuerzas armadas y policías antimotines reprimieron ayer con extrema violencia y presumimos que eso aumente.

Según confirmó Barahona, los movimientos sociales hondureños bajo ningún concepto aceptarán las pretensiones del presidente de facto, Roberto Micheletti, de adelantar las elecciones generales previstas para fines de noviembre de 2009.

Micheletti, opinó, es un presidente ilegal, impuesto por la fuerza, carece de autoridad para llevar adelante los comicios.

Si los sufragios fueran adelantados, agregó, tendría que ser con Zelaya al frente de la nación, porque él es el mandatario constitucional, electo por el pueblo.

Estamos preparados, motivados y organizados para hacer una gran movilización de recibimiento a Zelaya; lo vamos a esperar donde sea, en el aeropuerto o en cualquier frontera, aseguró Barahona.

Dentro de San Pedro Sula, la segunda ciudad en importancia en esta nación centroamericana, también tiene lugar una brutal represión, denunció el Frente Popular en ese territorio por intermedio de Onelia Ramírez.

Solamente ayer, explicó, fueron detenidos más de 100 compañeros, hay numerosos heridos y carecemos de información sobre el paradero de muchos arrestados.