Ayer jueves 2 de julio el embajador de Honduras en Estados
Unidos, Roberto Flores, no apoyó al gobierno constitucional del
presidente Manuel Zelaya y regresó a Tegucigalpa. Uno de los pocos
embajadores apoyando el golpe.
Ya había sido confirmado por La Casa Blanca, que Hugo Llorens su
embajador allí, muy vinculado a los golpistas, no será retirado.
Son alarmantes estos anuncios.
La condena al golpe de estado es unánime, sin embargo, hoy
viernes un despacho de DPA desde Washington señala: "Continúa la
revisión legal (...) Entretanto, hemos realizado algunas acciones
para pulsar el botón de pausa, por así decir, sobre los programas de
asistencia a los que deberíamos poner legalmente fin si se determina
que los sucesos del 28 de junio deben ser definidos bajo lo que la
Sección 7008 del Acta de Ayuda Internacional define como golpe
militar", dijo el portavoz del Departamento de Estado, Ian Kelly.
Dicho apartado legal indica que "ninguno de los fondos puestos a
disposición (...) deben ser usados para financiar directamente
ningún tipo de ayuda al gobierno de cualquier país cuyo jefe de
gobierno debidamente elegido es depuesto por un golpe o decreto
militar".
¡Estados Unidos aún estudia la legalidad del golpe! Es una
maniobra dilatoria para perpetuar a los golpistas.
Más aún, según la investigadora Eva Golinger: "como el poder se
ha transferido a los civiles, no será reconocido como un golpe de
Estado militar; y por ende, no será suspendida la cooperación
económica ni militar a Honduras."
Por otro lado, contrario a lo dicho antes, "El gobierno de
Estados Unidos anunció hoy que no suspenderá la ayuda económica y
militar a Honduras mientras la OEA lleva adelante sus gestiones para
reinstalar al destituido presidente Manuel Zelaya.
Un editorial desde Guatemala (Prensa Libre.com) indica: "La
Organización de los Estados Americanos (OEA) pareció ayer asumir,
por medio de su secretario general, Miguel Insulza, una posición
ligeramente distinta a la adoptada en los últimos dos días, al
admitir que en Honduras "será muy difícil cambiar las cosas en un
par de días", como consecuencia de la actitud firme mostrada por el
régimen de Roberto Micheletti, designado por el Congreso, el
domingo, en sustitución de Manuel Zelaya."
Está en marcha el juego de "sí, pero no" de Estados Unidos contra
la democracia que inspiró el gobierno del presidente electo en las
urnas José Manuel Zelaya.
Micheletti dijo que está dispuesto a adelantar las elecciones.
"Envalentonados por la inacción internacional en su contra, los
golpistas proponen como condición para que regrese Zelaya que se
adelanten las elecciones unos meses, para descomprimir la situación
y que el nuevo presidente -con Zelaya excluido de la reelección-
comience una nueva etapa." (IAR Noticias).
No hay que negociar con los golpistas que están reprimiendo al
pueblo hondureño en una resistencia que nunca esperaron los
golpistas ni los yanquis.
El diario el Mundo de España está hablando de un "Pacto Posible
en Honduras". Si alguien tiene dudas de cómo lo están explicando, de
cómo quieren amordazar a Zelaya, de por qué no lo mataron para
reponerlo condicionadamente, leer esté párrafo de dicho periódico,
que también califica de golpista a Zelaya y nos desnuda la maniobra
dilatoria en marcha con la complicidad de las transnacionales
mediáticas.
"Los golpistas de Micheletti, para no ahorcarse en su propia
soga, tienen que aceptar el restablecimiento de la legalidad vigente
antes del 25 de junio, con el golpista Zelaya de nuevo en la
presidencia. A cambio, la OEA, la UE y los EE. UU. tienen que
garantizar que Zelaya respetará fielmente la constitución y se
olvidará del referéndum chavista."
Publicado en el blog de la periodista